CAPÍTULO XVIII

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- La canción fue elegida por @@ADomsBooks -

Hubo pocos momentos en mi vida en los que estuve tan asustada. Era un miedo diferente al que sentís cuando ves películas de terror o cuando te persigue una horda de payasos asesinos, era miedo a la soledad, miedo a volverme loca por tener que sobrellevar el bucle sola, miedo a no salir de allí, simplemente le tenía miedo a todo.

No sabía qué hacer en el estúpido faro. No era un lugar muy divertido que digamos, pero dentro de todo tenía su encanto. Decidí agarrar las mantas y armarme el nido para mí sola.

Me senté en el balcón y me puse a contemplar el océano. Definitivamente no me ayudó de nada, el agua infinita me hizo sentir más pequeña de lo que ya soy y el cielo poniéndose en el horizonte me generó una angustia terrible.

Me levanté de golpe y comencé a patear y romper las cosas a mi alrededor, grité sacando todo lo que tenía adentro. Sin darme cuenta las lágrimas empezaron a salir con fuerza de mis ojos.

De repente caí rendida en mi pequeño nido y tapándome con cinco acolchados me acosté, mis ojos seguían hinchados, pero yo me sentía mejor, mejor porque había sacado todo lo que me venía haciendo mal desde hace un rato y mejor porque siempre pensé que llorar ayuda a entendernos mejor y a liberarnos.

Apoyé mi cabeza y sabiendo cuál era mi destino para la mañana siguiente me dormí.

***

No fue ninguna sorpresa abrir los ojos y que la inmensidad negra se apoderará de mi. Todo era exactamente igual que los días anteriores. Intenté soltarme con todas mis fuerzas pero nada cambio. Comencé a rasgar la soga con mis uñas y de a poco fui notando cómo está se rompía. Habré estado unos 10 minutos raguñando la maldita cuerda hasta que por fin está decidió partirse.

- ¡Si, gracias dios santo! me estaba volviendo loca. - exclame mientras me sacaba el pedazo de tela que me cubrían los ojos.

El lugar se notaba que era el mismo que antes, pero todo parecía más básico y vacío. Como si la calidad de las cosas hubiera bajado, como si el pack de texturas hubiera fallado, como si se hubieran olvidado de algunas cosas, como si hubiera algo incompleto por todos lados.

Escuche la bocina del barco y sin pensarlo baje corriendo las escaleras para buscar el remolino de agua en el océano, pero me lleve una sorpresa al salir.

No había ningún barco.

No había mar.

No había cielo.

Básicamente estaba atrapada en un maldito faro que daba a un vacío blanco inmenso. Corrí hacia la orilla rápidamente con un sentimiento de angustia que me suprimía el pecho con fuerza, algo claramente estaba mal. Al llegar caí en la cuenta de algo.

¿Cómo iba a irme de allí si la salida había desaparecido junto con el océano?

- Verónica no entres en pánico, seguramente es parte de la prueba. - pensé para mis adentros, pero en el fondo sabía que eso no debería estar pasando, como tampoco tendría que haber pasado lo del botón de pánico, ni lo de los fallos en las lastimaduras, ni muchas cosas. Pero la realidad del juego era esa y tendría que acostumbrarme a ella o terminaría destruida.

Quedé frente al infinito blanco y lo que se género en mi interior fue inexplicable, una ambigüedad muy fuerte me consumió, una parte de mi ser se sentía libre frente a tal inmensidad, pero la otra presenciaba encierro y desesperación.

Toque el piso claro como la nieve y para mi sorpresa este era blando. Apoye los dos pies y la superficie se hundió, tanto como se baja una cama elástica al pisarla. Saqué rápidamente mi cuerpo de allí y me dirigí al faro.

Una de las cosas más extrañas era que mi ser no sentía ni una leve necesidad de comida ni agua. Supongo que era algo bueno, porque estar ahí ya era lo suficientemente malo de por sí como para sumarle la estúpida búsqueda de alimentos.

Al llegar arriba no podía diferenciar si era de día o de noche, mucho menos la hora, pero si sabía muy bien que estaba completamente cansada. Abrí el armario y solo pude observar un acolchado.

-El nido tendrá que esperar. - dije hablándome a mí misma.

No me sentía con ganas de hacer nada.

Normalmente no soy una persona que se estresa fácil y mucho menos que se largué a sollozar por todo, pero estos últimos días consumieron todo mi ser y mi energía. Y sentía que llorar me liberaba, que me desata todo. Así que como estaba sola y nadie me veía decidí nuevamente largar todo lo malo para afuera.

No me quería dormir, porque si lo hacía sabía que nuevamente iba a aparecer atada, pero mis pupilas se cerraban involuntariamente y me deje llevar.

***

Nuevamente, como era de esperar me encontraba en la misma situación.

Paso básicamente lo mismo que el día anterior, pero esta vez me quedé esperando el bocinazo en la "orilla". Básicamente no era una orilla porque no daba a ninguna superficie acuosa, pero anteriormente lo había sido.

Al oír el fuerte estruendo del barco fantasma empecé a revisar minuciosamente toda la inmensidad blanca y efectivamente lo que había pensado estaba sucediendo.

Se estaba formando un leve remolino con la blanda superficie, la salida siempre había estado en el mismo lugar, pero antes estaba cubierta por miles de litros de agua.

Me adentré en la mucosidad blanca y con todas mis fuerzas intenté acercarme hacia ese punto. Cuando estuve lo suficientemente cerca como para que mi cuerpo se atraiga fuertemente hacia él sentí como todo lo malo desaparecía de a poco junto con mi entorno.

 Cuando estuve lo suficientemente cerca como para que mi cuerpo se atraiga fuertemente hacia él sentí como todo lo malo desaparecía de a poco junto con mi entorno

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M Í R A N D A

Feliz vida chics!💜

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ÉPSILON: Dentro Del Videojuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora