CAPÍTULO X

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Recién en ese momento caí en la cuenta del dolor que sentía mi cuerpo, este había estado "sedado" por culpa de la adrenalina. Toque suavemente mi cara y al notar la profundidad de la herida casi me desmayo. Comencé a agitarme nuevamente.

Definitivamente nunca podría estudias medicina, porque ante la presencia de una simple gota de sangre mi organismo empieza a volverse loco.

Luca agarro una botella de agua, se arranco un pedazo de tela del pantalón con el cuchillo. Y se acerco lentamente hacia mi.

-Seguramente esto te duela un poco, pero necesitas aguantarlo para que no se te infecte.

Suspira y asentí.

El agua comenzó a caer por mi cara provocándome un fuertísimo ardor en la piel, me mordía la mano para no gritar con todas mis fuerzas. Luego de eso me paso lento el trapo por la lastimadura.

-Creo que ya esta- dijo aliviado.
-En la escala de dolor del 1 al 10 definitivamente esto se lleva un 11, pero por lo menos conseguimos el pergamino- respondí con una sonrisa.
-Yo tendría que haber ido a atacar a esa chica- susurro
-No digas boludeces- dije mirándolo a los ojos- de vez en cuando tengo que llevarme yo el papel de héroe.

Y sorpresivamente Luca me abrazo.

Nos quedamos unos instantes pegados y convirtiendo nuestras respiraciones en una solo. Hasta que un fuerte ruido nos separo.

No pudimos ver de donde provenía el estruendo, pero no tuvimos ni que pensarlo para escondernos detrás de un gran pilón de basura. Los instantes escondidos intentando hacer el menor sonido posible parecieron eternos. Íbamos escuchando como se acercaban.

Finalmente los vimos, un grupo de dos chicos todos llenos de sangre y con la ropa agujereada. Lo mas tétrico era la forma feliz y alocada con la que cantaban y bailaban música alegre.
Del lado contrario de la calle se acercaba otro grupo, esta vez había una piba y un pibe, vestidos con un overol rojo fuego y unos anteojos de sol. Los dos dementes al verlos salieron corriendo en su dirección, agitando sobre su cabeza distintas armas y gritando como unos desquiciados. Los otros dos ni se inmutaron ante tal comportamiento de sus contrincantes, siguieron caminando pacíficamente por las grandes calles de la ciudad.
Cuando estuvieron a menos de un metro de distancia los chicos "cools" sacaron rápidamente sus espadas de su espalda y sin dudarlo le rebanaron la cabeza a los otros dos. Revisaron sus cuerpos innertes con cuidado y los patearon con fuerza al notar que no tenían ningún pergamino.

-¡Yo sabía! Dios santo,¿ No hay un solo grupo que haya encontrado un pergamino de agua?- grito furiosa la chica.
-Vamos a tener que recurrir al plan B y buscarlos por nuestra cuenta.

Los chicos se alejaron caminando como si no hubiera pasado nada, y cuando la lejanía los hizo tan chiquitos como una hormiga decidimos movernos nuevamente.

-Esos sí que estaban locos.- exclamo Luca mientras se paraba.
-Anda a saber a cuantos habrán matado.
-Busquemos un lugar para pasar la noche.

Comenzamos buscar un buen refugio para dormir, entramos a varios edificios abandonados, pero el olor a putrefacción que estos emanaban los hacían un lugar horrible en el que recostarse.

Luego de varios intentos, dimos con el lugar indicado. Un inmenso supermercado.

-Pelirroja vinimos buscando cobre y encontramos oro- dijo sonriendo.- ¡No vamos a tener que comer sopa!
-Que decís si te encanto mi comida- conteste golpeándolo cariñosamente en el estomago.

Llenamos la mochila lo más que pudimos y después de comer cualquier tipo de comida chatarra y caramelos nos sentamos en el piso a descansar. Luca se acerco a mí y comenzó a hablar con una gran sonrisa en su cara.

ÉPSILON: Dentro Del Videojuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora