–Profesor, no se mueva tanto. No entrará el cierre.
–Pero señorita Keanne, no puedo...
–Si se sigue moviendo van a descubrirnos.
–Pero...
–¿Profesor? ¿No sabe dónde están nuestros trajes?
–Bueno, más bien el tuyo Blossom.
–También falta el mío– dijo un chico.
Justo los que no querían ver en ese momento los adultos.
–Silencio, profesor.
–Keanne, ¿Que haremos si...?
Lo besó. De alguna u otra forma debía quedarse callado.
Y en ese momento la puerta del armario se abrió dejando a los dos expuestos.
–¡Profesor y señorita Keanne!– dijeron seis personas al mismo tiempo.
–¿Qué diablos hacen ahí?– preguntó Butch.
–¿Que no es obvio?– dijo Brick– la verdadera pregunta es... ¿Qué demonios hacen con nuestros trajes? ¿Por que usted tiene mi traje?– se dirigió al profesor.
–¿Por qué tiene mi traje señorita?
La cara de los mayores era de absoluta vergüenza.
–Es que... Creímos que...
–¿Qué? ¿Que pensó profesor?– inquirió Buttercup.
–Vimos que ustedes dos lo hacían...
–¿¡Qué!?– gritaron– ¿¡Ustedes están saliendo!?– dijeron Bubbles, Buttercup, Butch y Boomer.
–Y como nadie los descubría, pensamos que el traje tenía un truco de invisibilidad.
–¿Usted es tonto profesor?– dijo Brick– ¡Nadie nos descubrió porque éramos cautelosos! ¡Gracias por decirlo tan suavemente!
–¿Nos prestan el disfraz? Al profesor le queda terriblemente bien ese color y le aprieta justo...– la señorita Keanne tomó la palabra.
–¡Cierre la boca! ¡Ni se le ocurra seguir esa frase!
–¿Entonces no podremos ir de cosplay tampoco?
–¡NO!
–Sabía que debíamos disfrazarnos de los azules. Quizás hubieran entendido más.
–¿Que quiere decir con eso? ¿Ustedes también están saliendo?– dijo Buttercup.
Boomer tapó su rostro avergonzado. No quería que sus hermanos se enteraran así.
–Miren esta foto, son tan tiernos juntos...
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–¿¡De donde sacaron eso!?– gritó Boomer.
–Pero, mis favoritos son estos– dijo el profesor mientras mostraba una foto– ¿A qué no son monos?
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–¡No, no!– Puppy llegó corriendo con una foto impresa–. La mejor pareja es la que sólo yo tengo conocimiento.
Y mostró la foto.
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–Estas dos personas ni siquiera se hablan cuando están con alguien más pero...– continuó el perro.
–¡Ya cállate Puppy!– dijo Buttercup.
–Ahora, ¿Quieren que sigamos mostrando fotos de ustedes o nos dejarán ir de cosplay hoy a la tarde?– dijo la mujer con una mirada asesina. Todos asintieron con la cabeza–. Así me gusta. Ahora, yo y mi bizcochito nos iremos. Gracias por su cooperación.
Y a los besos y abrazos, se fueron.
–¿Cómo sucedió esto?– dijo Brick.
Todos negaron. Nadie sabía de donde sacaron esas fotos y mucho menos como comenzó esa relación entre los mayores.
Pensaban que ellos sobornarian a la pareja, y terminaron siendo ellos las víctimas.
n/a: bueno, dos en un día. Veamos si voy por el tercero 😂❤️
