Día número diecinueve

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Pareja: Dexter y Blossom.

|Boda|

19.

Dexter se acomodó los lentes con satisfacción, después de tantas luchas había podido enamorar a la chica de sus sueños: Blossom.

La vio entrar y otra vez quedó maravillado con su belleza, realmente no podía creer que una chica así se casaría con él.

Se levantó el velo y le sonrió, con aquella sonrisa perfecta que lo ponía en las nubes.

Una vez que llegó a su lado, el joven suspiró y miró al padre.

–Disculpe, padre, pero hoy no habrá casamiento.

–¿Perdón?– se sacó los lentes para verlo a la cara.

Blossom sacó dos pistolas de su vestido y dijo: –¿No le pareció raro que no hay muchas personas?

–No. Hay matrimonios así...

–Bien, la verdad no me interesa eso ahora– se dió vuelta mirando al público–. ¿Cómo están, queridas personas? Lamento decirles que esto es un asalto, las puertas de la iglesia están cerradas y las ventanas están custodiadas por mis hombres. Por favor, todo lo que tengan de valor, déjenlo en la bolsa que pasaremos banco por banco.

Dexter bajó y abrió una bolsa negra, llegando hasta la primera persona.

–Coopere. No queremos lastimar a nadie.

–Me estás lastimando al quitar las cosas que me costaron– una mujer lloró–. Déjame ir. Me costó noches enteras sin ver a mi marido y...

–Cierre la boca y deje todo ahí. ¿Usted cree que no sabemos quién es usted, maldita estafadora? Todos los que están aquí, merecen esto. Desde fraudes, hasta robos, desde asesinatos hasta esclavitud. Todos son una mierda, y si fuera por mí los mataría. Ahora calle la puta boca y meta hasta los pendientes, vieja embustera– dijo la muchacha.

Al terminar la recolección volvió al altar.

–Padre, no se preocupe. No le robaremos nada. Sabemos que usted ayuda a los pobres, no se merece esto. Gracias por ser como es– le sonrieron.

–Muy bien, basuras– gritó ella– saldrán de aquí en cuarenta minutos. Contados. ¿Entendieron? Pero primero, sí habrá casamiento. Agradecemos que no hayan hecho disturbios. Padre– lo miró– ahora sí, estamos listos.

–No hace falta tanta palabrería– rió su pareja–. Aceptamos los dos. Solo diga que nos declara marido y mujer.

–Los declaro marido y mujer... Puede be... Bueno, para que digo si ya lo está haciendo.

Ese día, miles de personas pobres pudieron comer

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Ese día, miles de personas pobres pudieron comer.

Una pareja se casó,
y unos estafadores se fueron con lo que merecían.


n/a: hola, hola. Lamento la tardanza. 😭
Recién voy en el diecinueve, me quiero morir.

30 días de azúcar, flores y muchos colores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora