El origen

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El frío era abrazado por la oscuridad de la noche, por las calles recorría cierto aire fúnebre y producía una extraña sensación, ese sentir de que cada paso que das es vigilado por alguien.
Las calles estaban desiertas, la única que caminaba por ellas era una joven mesera que acababa de terminar su turno en una cafetería, cada dos pasos que daba, la joven giraba su cabeza para mirar hacia atrás, frías gotas de sudor resbalan de su frente, sus pasos eran apresurados y al respirar su pecho se contraía de manera violenta. La joven dobló hacia una esquina, se detuvo frente a un callejón oscuro y agudizó su caminar,
De repente sintió una punzada de dolor en su cabeza, seguida de otra, no tuvo tiempo de ver que sucedía pues recibió un impacto más fuerte lo que provocó que cayera al suelo, sus movimientos se hicieron pesados y torpes, pese al esfuerzo que hizo por levantarse y correr no lo logró, su atacante se lo impidió.
Lo único que la joven pudo ver antes de que sus sentidos dejaran de funcionar fueron los ojos mas diabólicos que había visto alguna vez, unos ojos crueles, sin vida, los ojos que toda su vida trataría de olvidar.

La niña grisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora