— ¿Como te sientes?— preguntó Olivia.— las niñas habían pasado a visitar a Beth después del funeral de Daniel.
— Sano rápido, aunque siento que mi corazón duele.
— No puedes esperar menos, acabas de perder a alguien que conoces desde siempre— dijo Lizzie sacando chocolates de su mochila y dándole a sus amigas.
— Nos tienes a nosotras— habló apenada Olivia al ver que el labio de Beth temblaba a punto de romper a llorar — ahora somos tus amigas y estaremos contigo para lo que necesites ¿verdad Lizz?
— Claro que sí, nosotras somos más que amigas,como tu dijiste: somos una sola.
Beth sonrío emocionada al percibir lo bien que había funcionado el pacto.
Los señores Fletcher preocupados por la salud mental de su hija la llevaron con una reconocida psiquiatra de la ciudad, a Beth no le gustó la idea, nunca hablaba con extraños o personas ajenas a ella a menos que pudiera sacar algo de ellos, no le gustaba entablar relaciones con personas a las cuales ella consideraba "inferiores" aún así aceptó ir con la psiquiatra para complacer a sus padres, en la sección intentó hablar lo menos posible, la psiquiatra jamás entendería que la muerte de Daniel no solo significaba una perdida sino el inicio de algo grande.
— creo que Beth debería saberlo— dijo la señora Fletcher a su marido, mientras preparaban la cena.
— aún es muy pequeña Linda, con todo lo que ha pasado últimamente, poner una carga más sobre sus hombros sería algo cruel para una niña de su edad.
— Lo sé Reed, pero ya te lo dije, quizá todo esto tenga que ver con su origen, ella entenderá.
— ¿entender qué? Su madre enloqueció y quiso matarla, nos dijeron que no quedaba ningún pariente suyo vivo.
— por parte de su madre, su padre puede estar vivo y querer...
—Mami— interrumpió Beth entrando en la cocina.
— Hija— musitó Reed tratando de mostrarse despreocupado— estamos preparando pizza casera.
— escuché lo que hablaban— respondió la niña— no quise decir nada de ese tema, pero ya sabía que soy adoptada desde hace mucho.
— Beth, ¿cómo sabes eso?— preguntó su madre.
—Alicia me lo dijo.
— mi niña— dijo Reed acercándose a su hija— queríamos ser nosotros quienes te lo contáramos, solo estábamos esperando el momento adecuado para ello.
— no quería hablar de eso porque ustedes son mis padres, no hay nada más que necesite saber, eso no cambiará nada ¿verdad?
— claro que no cielo— dijo linda — no existe en este mundo nada más valioso para nosotros que tu, y eso no lo va a cambiar nada ni nadie.
Después de la cena, la madre de Daniel pasó a despedirse, regresaría a su ciudad natal. Después de despedirse de los señores Fletcher se acercó a hablar con Beth
— Lo que hay dentro— habló refiriéndose al cofre que sostenía con ambas manos— es algo extremadamente valioso, nosotras lo guardamos por algún tiempo, aunque tu eres su legitima dueña. Sé que eres inteligente Beth, debes cuidar muy bien de lo que hay dentro, cuando llegue el momento te será de gran utilidad. Prométeme que vengarás a Daniel, promete que vengarás a tu hermana— dijo Lucia tomando la mano de Beth.
—Lo prometo—respondió ésta apretando la mano de la madre de Daniel.
Beth subió a su habitación, si era algo tan valioso y misterioso quería verlo a solas; puso la llave que le dio Lucia en la cerradura del cofre, esperaba encontrar algo increíble, pero se llevo una gran decepción, solo había una daga plateada, un collar con una diminuta piedra color neón y el trozo de un viejo papel que quizá fue arrancado de algún extraño libro de los tantos que tenía Daniel, el papel estaba tan envejecido que incluso algunas letras se habían borrado, sin embargo eso no impidió a Beth leer un poco de lo que estaba escrito.
" Entonces Lilit vio como sus descendientes eran arrancados del mundo que por derecho les pertenecía, decidió enviar a su hija más preciada, nacida de una virgen de sangre mágica, protegida por mortales, purificaría el mundo para los suyos, per "
Beth no pudo seguir leyendo porque la hoja había sido arrancada en esa parte, "debió ser una gran historia" pensó la niña.
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La niña gris
HorrorBeth era aparentemente una niña normal, mas solo bastaba con mirarla a los ojos para darse cuenta de que no era así. Su nacimiento fue una gran tragedia, sus padres no lo veían así, para ellos era la niña perfecta, la niña que habían estado esperan...