Lina • Aguslina.

»38. Por siempre«

Carolina.

Cierro la puerta del casillero, con mi justificante de "problemas personales" por el cual no asistí, y me dirijo hacia la cafetería. No me he topado a ningún alumno de aquí. Decidí llegar tarde y no ser vista por ellos, no quiero que se burlen de mí. Sé que pronto tendré que enfrentarlos, tuve toda una semana para pensar como enfrentaría esto. Lo logré, pero solo en mi cabeza, ya que los nervios me están consumiendo viva. Nunca me había encontrado tan sola en mi vida.

Creo que desde pequeña siempre he tenido ese miedo de estar sola, de no sentirme protegida por nadie. Esa sensación de ser observada y humillada por caminar sola por los pasillos, es completamente inevitable no pensarlo. Agacho mi cabeza y abro la puerta de la cafetería, solo hay tres personas, un chico leyendo algún libro de misterio o terror; y dos chicas vestidas completamente góticas. Me miran por un segundo, pero al instante regresan su atención a lo que sea que estuviesen haciendo, suspiro y me acerco a la señora que sirve la comida. Me sonríe tiernamente como siempre y me entrega una bandeja con una manzana roja, un sándwich de jamón, una botella de agua y algunas papas a la francesa.

Le agradezco y me siento en una mesa alejada, en una esquina. Comienzo a comer y de repente una mochila cae en la silla de mi lado, asustándome. Dirijo mi mirada hacia la persona que hizo eso y me sorprendo cuando veo a una rubia.

-Sabía que estarías aquí, hace años que no lo hacías. -Ella se sienta a mi lado y me mira con una sonrisa tímida. -¿Desde cuándo no lo hacías? ¿Tercero de secundaria?

-Segundo. -Corrijo. Y la miro con cautela. -¿Qué haces aquí, Valentina?

Suspira ruidosamente y toma mi manzana, dándola una mordida después.

-Sé que me he comportado como una perra contigo. -Pausa. -No debí comportarme así, menos cuando más me necesitabas.

Sus cálidas manos toman las mías.

-Fue muy cruel de mi parte haberte dejado marchar esa noche en el departamento de Mike, -Su mirada baja, avergonzada.- Fui egoísta, solo pensé en que podría perder a Mike. Es la primera vez que alguien me quiere por como soy, no por mi físico; me dejé llevar y estuvo mal. Te pido que me perdones, eres mi mejor amiga y lamento tanto dejarte sola.

Sus ojos se llenan de lágrimas.- Te quiero muchísimo, Carito. Perdóname.

Alejo mis manos de las de ella y la abrazo fuertemente.

-Yo también te quiero mucho, Valu. Perdóname también. -Dejo caer las lágrimas que retenía por lo mucho que ella me hacía falta.

-No tengo nada que perdonarte, tonta. Nunca vas a volver a estar sola, lo prometo.

No digo nada más y la aprieto más fuerte contra mí.

-Él la llamó, fue a la primera persona que contacto. Luego ella se contactó con Mike y Julián, Ori y yo estábamos con ellos. -Asiento y trato de desechar ese sentimiento de celos hacia Malena.

Ella es su pasado, no me haría algo como traicionarme con ella solo por venganza o algo así. ¿o sí?

-No, Carolina. -Giro mi mirada hacia Valentina, quien me mira enfurruñada. -Sé lo que estás pensando y Agustín no tiene nada con ella, sólo se sintió herido.

Tiro un grito pequeño cuando al dar la vuelta en la esquina de un pasillo, choco contra un pecho firme lo que me hace tambalear. La mano de esa persona va a mi cintura para estabilizarme. Mi sentido del olfato reconoce inmediatamente el perfume masculino. Levantó mis ojos con rapidez y cuando se conectan con aquellos ojos avellanados

Jadeó al sentir su fija mirada sobre mí. Levanta su otra mano y acomodó mis lentes. Una sonrisa se expandió por su rostro, satisfecho de mi reacción.

-Hola, Kope. -Su rostro baja y deposita un beso en la comisura de mis labios, luego se aleja de mí bruscamente. Me sujeto de la pared al sentir mis piernas flaquear.

Agustín saluda a Valentina, quien ya se encuentra muy abraza de Mike. Ni siquiera me di cuenta de su presencia. Mis mejillas se ponen de un color carmesí y me tomo un respiro.

-Hola, Mike. -Murmuro, un poco triste por la mirada de indiferencia de Agustín.

-Hola, Carolina, ¿cómo te va? -Cuando voy a contestar, el timbre indicando el descanso, suena por los pasillos.

Me tenso inmediatamente y trato de salir por la puerta principal, sin embargo, mi plan de huida es detenido por una mano quien estira de mí, haciéndome chocar una vez más contra su pecho.

-No, Carolina, no vas a huir. Vas a enfrentar tus miedos, ellos te amaron como Lina y te van a amar como Carolina. -Su voz suena decidida, segura. -Sujeta mi mano y dale un apretón si no lo soportas, yo mismo te saco.

Mi mano se enreda a la suya y siento lo mismo que siempre, una corriente y una satisfacción al sentir su toque cálido una vez más. Sintió que han pasado meses, cuando solo ha pasado una semana. Carga mi bolsa con libros y yo llevo mi otra mano a su ante brazo, con la mirada baja cuando los pasillos se comienzan a llenar de alumnos.

-Levanta la mirada, Carolina. No seas cobarde. -Me susurra al oído. Su comentario me hiere, porque no me gusta que él piense eso de mí.

Suspiró y levanto la mirada. Con Valentina y Mike detrás de nosotros, nos dirigimos hacia la cafetería. Me sorprendo al ver la cara de alegría de la mayoría de los chicos y chicas saludándome. Algunos me detienen para pedirme fotos y yo solo miro a Agustín quien asiente sonriendo de lado, dándome apoyo.

Al llegar a una de las mesas de la cafetería, Agustín me jala para que me siente a su lado.

-Me enorgulleces, Kopelioff. -Me guiña un ojo y siento un deja vú.

Él sigue guapo como siempre, no pareciera que hace una semana nos dimos tiempo. Quiero llorar por lo feliz que me hace, por lo mucho que lo extraño y por lo mucho que lo amo y que siempre le voy a amar. Agustín se gira hacia mí al sentir mi insistente mirada y su mirada se vuelve a una de preocupación y sus manos van a mis mejillas para limpiar las lágrimas que ni siquiera había sentido resbalar por las mismas.

-¿Qué sucede, bonita?

-Te amaré por siempre... -Mi mano acaricia su mejilla y me recargo contra él. Los brazos de Agustín se envuelven en mí, instintivamente.

-Lo siento, bonita.

Sus brazos me aprietan más fuerte contra él y me confirma que él, también me amará por siempre.

Perdonenme por ser tan irresponsable con está historia, lo siento mucho:(

Pero, ¿adivinen qué? Pronto voy a subir otra historia y espero les guste mucho. Será adaptada. Pronto la sinopsis. ¡ESTÉN ATENTOS, ANGELITOS! Los amo.

- Anhel.