Capítulo 11 - Ve y busca a Abby.

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Capítulo 11.

•Narra Erick

Llegué a casa después de jugar un partido de fútbol. Mientras estaba en la ducha, recordaba lo sucedido en el partido, cuando Aaron empujó a Steve y se dio en la cabeza con el poste de la portería, Ryan reía sin parar, tampoco lo conozco demasiado pero seguro que cuando se echó manos al estómago y se inclinó hacia delante era porque no podía parar de reír. Por cierto, seguro que a Steve le dolerá por algunos días.
También recordé cuando Caly lanzó a portería y le marco un gol a Steve, el era muy buen portero.
Esta chica prometía siendo lanzadora de penalti, reí al pensarlo.

Al salir de la ducha, tenia dos llamas perdidas de Jenna. Comencé a vestirme y volvió a sonar el teléfono. ¿Qué querrá?

-Jenna, ya esta todo hablado, ¿qué quieres? -resoplé

-Erick... -decía entre sollozos. Estaba llorando.

-Dime Jenna -Yo.. no sabía que hacer, no me gustaba que ninguna chica llorara por culpa mía, a ver no es un acto de prepotencia pero si 'te rompen el corazón' duele, creo. Nunca me han roto el corazón, pero no lo entendía yo a ella le deje claro que esto sería para divertirnos que nada de sentimientos, bien claro estaba, ella al parecer no lograba a entenderlo.

-Ven a mi casa, por favor. -me suplico.

-Jenna, no puedo ir ahora mismo -Estaba subiéndome los vaqueros y atándome el cinturón mientras tenia el movil en la oreja pero apoyado en el hombro. Me iba a partir el cuello fijo.

-Cuando puedas Erick, pero necesito que vengas -seguía llorando, así que decidí ir.

-Dame 15 minutos y llego -y colgué.

Terminé de arreglarme y me dirigí a casa de Jenna. Toqué el timbre.

-Erick -se abalanzó sobre mi y empezó a besarme por todos lados.

-Eh eh, para para -la aparté

-¿Ya no me quieres? ¿Ya no me deseas? ¿Ya no quieres nada conmigo? Dime Erick, ¿qué pasa? -me cogió del brazo y me llevo hasta el salón.

-A ver a ver, que nos confundimos -la miré. ¿Que hablaba de querer? ¿Y de desear? Que decía, respire hondo y... - Nunca te he dicho que te quiera, no mal intérpretes mis palabras, yo no te quiero de esa manera y tampoco te voy a querer, y bueno tampoco es que no te desee, es que me he cansado, solo eso. Y por último no es que ya no quiera nada contigo, es que nunca he tenido nada contigo, es muy diferente Jenna.

-Es por Abby, ¿verdad? -Tragué saliva, ¿Qué tenia que ver Abby con todo esto? Si nunca hablo con ella, solo para picarla. -Querías darle envidia conmigo el otro día en la agencia de su madre, ¿verdad? Ya te vale Erick -Se levantó de un salto y comenzó a dar vueltas.

Empezó a asustarme, parecía una loca. ¿Yo me había enredado con esta chica? En fin.

-Bueno, yo me voy -Susurré para ver si no me escuchaba, pero fue un intento fallido.

-Si, lárgate. Ve y busca a Abby, cabrón. -Gritó mirándome. Yo creo que esta chica estaba para encerrarla en el loquero. Reí de pensarlo y me fui.

Ya a la mañana siguiente, llegó el día.

-Buenos días, me voy ahora mismo al aeropuerto Will viene hoy, estará a punto de llegar -cogí mi chaqueta de lana, y las llaves del coche

-Esta bien, lleva cuidado Erick -Sonrió mi padre -

Me di la vuelta y abriendo la puerta de casa...

-Ah Erick -me llamaba mi madre -acuérdate de que Brenda te necesita mañana - Me decía guardando una caja de cereales y luego me miró.

-Si mama.. -Revolee los ojos.

Mi madre y Brenda son amigas desde que Abby y yo nacimos.
Brenda decidió abrir una agencia de modelos y mi madre es como su ''mano derecha'' es la que lleva todas las cifras de los trajes de las modelos, de los trabajadores, etc.
Por eso yo trabajo allí, bueno... No es que trabaje, solo hago alguna campañas cuando le hace falta alguien.

Llegué al aeropuerto entre canción y canción que sonaba por la radio, había quedado allí con los demás aunque aun no entendía porque Caly y Sheila venían, no me importaba porque son buenas niñas, pero tampoco conocían a Will de nada.

Estábamos sentados en unos sillones esperando
Al rato indicaron que los pasajeros del avión en el que obviamente iba Will, estaba aterrizando.

Nos levantamos todos y nos apoyamos en el gran cristal en el que se observaba como el avión aterrizaba, pocos minutos después vimos a Will bajar del avión, sonreía como un tonto, pero el echo de... Espera ¿Qué? Va acompañado de una chica, no se le veía la cara, pero... ¿Quien era?
Nos acercamos a la puerta de embarque para recibirlo con los brazos abiertos. De repente lo vimos cruzar por el gran umbral de la maquina detector de metales, a la chica todavía no podíamos verle la cara, llevaba una capucha, ¿porque tan misteriosa?

-Will, hermano -abrí mis brazos, para abrazarlo. Echaba de menos a mi colega.
Desde que tengo uso de razón lo conozco, es como un hermano para mi.

-Hermano, ¿que tal todo? -rió devolviéndome el abrazo. Los saludó a todos y me miró-Esto es lo que te tengo que contar -Se dirigió hacia la chica y esta se quitó la capucha.

Espera, ¿Qué? Imposible.

Nunca pude olvidarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora