Capítulo 20.
ERICK.
Ha pasado una semana desde la fiesta de año nuevo, fue un auténtico desastre, no he hablado con Jenna ni con Abby.
La verdad, tampoco quería hacerlo.
Y aquí estoy acostado en la cama mirando al jodido techo con las manos detrás de mi cabeza, pensando en... En nada.
BIP BIP.
Mi teléfono sonó haciendo que saliera de mi pequeño trance en el que estaba envuelto.
-Taylor, ¿que pasa tío? ¿Como va todo? -contesté alegre.
-Joder Smith, he estado esperando a que me llamaras, pero al final lo he echo yo eh.-Contestó como enfadado-Quiero darte una buena noticia. -Reí alegre. -He vuelto a abrir el local, tienes que volver. -decía en tono de súplica.
-¡¡JODER TAYLOR!! Es una muy buena noticia -dije realmente contento. -Claro que volveré, las apuestas es lo mío.
No me iba a pensar otra vez en dejarlo. Joder, me gustaba esto, gano bastante pasta aun que no la necesite. No mal interpretar no soy un arrogante malcriado pero mi padre es uno de los empresarios mas ricos de Los Angeles y no lo hago por dinero sinceramente.
-Mira, me paso por el local en 15 minutos y lo hablamos. -cogí una galleta de la caja que había encima de la cama y la metí en mi boca.
-Ya estoy esperándote, vamos. -Colgué.
Mientras iba en el coche decidí llamar a Brenda a ver como seguía.
-Hola Brenda, ¿como estas? -dije sonando amable cuando descolgó el teléfono.
-Oh Erick, pues estoy mucho mejor, aun que sea extraño, Abby me ha ayudado bastante. -sonreí.
-Si, es buena niña y tu lo sabes Brenda, pese a vuestros problemas. -la oí reír levemente.
-Si. -suspiró. - Cuando este bien del todo volverá la Abby de antes pero bueno ya estoy acostumbrada. -joder, me daba pena que Abby tratara tan mal a su madre, maldita sea es su madre y debería tratarla como tal.
-Bueno, solo llamaba para saber como seguías. -me retoqué el pelo mirándome en el retrovisor ya que el semáforo estaba en rojo.
-Eres un cielo de niño, ¿lo sabías? -reí.
-Si eso dicen, pero bueno fuiste mi jefa, y te tengo cariño. -soné amable. Joder realmente llevaba razón, soy n amor de niño, bueno de hombre porque niño ya no tengo nada.
-Bueno, espero que todo este bien por tu casa y muchas gracias por llamar pero tengo que colgar. -decía seria.
-Esta bien, no le digas a Abby por favor. -le pedí.
-Tranquilo, no le diré nada. -colgó.
Que rara estaba...
Estacioné en el descampado que había al lado del local de Taylor, y entré.
Era como un almacén abandonado, donde hacían las apuestas.
-Oh Erick. -decía Taylor sonriendo cuando me vio. -Sigues estando igual de forma física o mas. Se nota que has entrenado eh. -y golpeó mi espalda.
-Si bueno, aquí estoy. -reí. -Ya se como va esto, así que solo necesito que me digas, la fecha, la hora y el lugar. -Tenía bastantes ganas de empezar otra vez.
-Esta bien amigo. -caminó hasta su oficina, le seguí. -Pues... -cogió los papeles que habían encima de su mesa. -mañana a la noche hay una apuesta.
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Nunca pude olvidarte.
Teen Fiction¿El amor de niños, existe? Abby y Erick, se conocen desde pequeños, pero un día el desapareció, ¿o no? Ella continuo con su vida, aunque le encantaría saber porque se fue sin decir nada. ¿Quieres descubrir que pasará con Abby y Erick?