Gay✧Lisoo

hey。

Jisoo no se sentía lista para confesarle su atracción a Lisa, pero ese día llegó con un labial rojo. Rojo. ¿Cómo podía resistir esos carnosos labios pintados de rojo?

Se acercó a ella.

-¡Hola, Lisa! ¿Cómo te llamas?-La mencionada la miró con confusión, y luego Jisoo entendió.-Esperen, hice algo mal ahí...

Se escuchó la risa de la rubia, y la mayor sólo sintió cómo se enamoraba aún más de ella.

-Bueno, soy Lalisa, pero me gusta más su apodo-le sonrió.- Y ya sé quién es usted, Jisoo sunbae, muchos compañeros de clase hablan sobre usted.

¿Esa diosa sabía su nombre?

Jisoo estaba enloqueciendo internamente, pero se limitó a decir.

-B-bueno, ¿te gustaría almorzar conmigo hoy?

-¡Me encantaría, sunbaenim!

Jisoo resistió sus ganas de hacer un baile de la victoria, y le sonrió.

-Bueno, busquemos una mesa, entonces.

Al sentarse, Jisoo le pasaba sus zanahorias a Lisa (no le gustaban esas cosas del demonio), y esta las aceptaba gustosa.

Hablaron de temas variados, como de Dalgom, Lisa queriendo conocer a Dalgom, la raza de Dalgom, la edad de Dalgom... bueno, hablaron mucho de Dalgom, pero es que los perros les gustaban mucho a ambas.

De repente, Lisa bostezó, y Jisoo lo tomó como su oportunidad para decirle una frase malísima de coqueteo.

-Sí, supongo que ser tan hermosa es cansado.

-¡Oh, sunbae! ¡Entonces debe estar exhausta!

khé.

¿Monalisa Manoban, ah, no, Lalisa Manoban acaba de decirle hermosa indirectamente?

Todo el rostro de Jisoo se tiñó de rojo, y abría y cerraba su boca para intentar responder pero no salía nada de su boca.

De repente, la campana que simboliza el inicio de clases sonó.

-¡Nos vemos, Jisoo sunbae!-se despidió la más alta, guiñando un ojo.

lIsA lE aCaBa De GuIñAr El OjO.

Definitivamente, Jisoo estaba perdida.