X.1. El fanfic.

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"Era un día nublado en la escuela para brujas, cosa que contrastaba a la perfección con el contexto actual... Akko corría entre lagrimas por los pasillos de Luna Nova. La castaña sentía cómo sus sentimientos fueran, hasta cierto punto, violados; atribuyendo esto a cierta bruja británica. El cansancio terminó por derrumbarla por los suelos. Intentó agarrarse de un pilar cercano a ella, pero el desgaste de sus brazos se lo impidió. Se abstuvo de querer seguir con su camino, así que cedió al llanto en pleno pasillo, dejando a sus lagrimas limpiar las pisadas de todas aquellas alumnas que pasaron por ahí. El sollozo era silencioso pero doloroso. Quería alejarse de todo ello, de todos, pero sabía que no podía.
En el momento menos esperado, una dulce pero firme voz le dirigió la palabra—Akko—Se trataba de Diana Cavendish, la rival e interés amoroso de Akko.
La chica de cabello marrón no se dejó engañar ante la seductora voz de su acompañante—¡Déjame!—Diana decidió ponerse de rodillas para quedar a la misma altura que su amada—Akko, por favor, mírame—Entre sollozos, la castaña le grita—¡No! ¡Aléjate! ¡Debemos librarnos de estos sentimientos!—Casi balbuceando, dice—Ya... ¡Ya no te amo!—Aquellas palabras destrozaron por dentro a la heredera de los Cavendish, quien optó por tomar un rumbo más brusco—¡Mírame a los ojos, Akko! ¡Mírame a los ojos y dime que no me amas! ¡Dime que no me deseas tanto como yo a ti!—La rubia sostuvo a la japonesa por los hombros, evitando que ésta intentara escapársele. Sabiendo que no podía ocultar sus sentimientos hacía la Cavendish, prefirió dejar salir todo. Akko tragó saliva, luego, con gran temor en su corazón, miro a Diana—Diana... Yo.. Yo... ¡Yo te amo, Diana! ¡Te amo desde el día que te vi! Pero... lo nuestro no es posible...—Akko por fin sacó lo que había reprimido en su pecho por tanto tiempo. La castaña se sentía como una codorniz libre y alegre. A Diana no le sorprendieron sus palabras, porque ya lo sabía, sólo quería que la chica castaña admitiera todo de una buena vez. Diana acercó su rostro al de Akko, al mismo tiempo que limpiaba sus lagrimas con un pañuelo—Akko, yo igual te amo... Te deseo con todo mi ser...Y descuida... No importa lo que el mundo diga. Tú y yo floreceremos nuestro amor cual bella rosa. Me importa poco lo que la sociedad diga. Ambas nos amamos, y eso es lo único que debe importar.—Aquellas pocas palabras dejaron sin habla a la castaña. La japonesa nunca imaginó que su amada estuviera dispuesta a dejarlo todo por ella—Akko... Permite sentir el calor de esos dulces, pequeños y carnosos labios tuyos...—La británica aproximó lentamente sus labios a los de su amada. Atsuko Kagari no tenía idea de cómo reaccionar, simplemente se dejó llevar. Al sentir el primer contacto entre ambas, sus cuerpos se estremecieron y todos sus sentidos se activaron. El olor de la otra, el sabor de la otra, la textura de la otra... Todo eso les permitió adentrarse más en lo que sucedería a continuación... Diana chocó sus labios una vez más con los de la japonesa. Ambas abrieron la boca sin apuros, deseando sentir hasta el último pequeño centímetro de la otra. Llegadas a un punto donde ninguna quería aguantar más, los huecos de sus bocas impactaron, dejando una conexión en la que sus lenguas compartirían espacio. Akko tomó la iniciativa, adentrándose en la boca de Diana. La Cavendish recibió con dulzura a su pequeña invasora, acariciandola circularmente, produciéndole gran placer a Akko y dejándole como lo que es; la pasiva. Puesto que el ataque de la castaña fue un fracaso por las acciones de la lengua de Diana, le cedió terreno a la lengua británica dentro de su boca; al final, Diana siempre sería la activa. Antes de entrar, Diana lamió superficialmente los labios de Akko, dejándolos húmedos, permitiéndole a su boca sumergirse un poco más en la de su amante. Dentro de Akko, la lengua Cavendish exploraba sin paciencia, jugueteó sensualmente con Akko. Así estuvieron casi un minuto, pero, desafortunadamente, el aire las separo, sólo dejando un hilo de saliva que las mantuvo conectadas. Cuando recuperó aire, lo primero que Atsuko dijo fue—Haz... Házmelo... Hazme el amor...—Diana, impactada por aquellas palabras, dudó por un segundo, sin embargo, ver la cara de excitación que portaba Akko, le encendió a un punto que las normas de la escuela le dieron igual. Diana Cavendish le quitaría su virginidad a Atsuko Kagari en el pasillo de la escuela, en pleno horario escolar. La Cavendish usó una vez más su boca, ahora para marcar un par de chupetones en el blanco y dulce cuello japonés. Cada vez que la Cavendish posaba su boca en la piel de Akko, ésta tiraba un pequeño gemido que trataba de disimular tapándose con la mano. La rubia no resistió más, agarró con su mano la blusa de Akko y la rompió de un fuerte tirón. Un sensual y gran escote rojo vino resaltó ante los ojos azules de Diana. Su lujuria no se ocultó más. Diana untó la cara en los pecho de Akko, rompiendo con los dientes el pequeño lazó que unía los cubre pechos—¡Diana! ¡Ah! ¡Diana!—Cuando Diana empezó a masajear los pechos de Akko, con su otra mano acarició su emtrepierna, cosa que volvió loca a la castaña. Los frenéticos pero sensuales movimientos de la maga prodigia sacaron de órbita a su amante. Al parecer, a Diana no sólo se le daba bien la muñeca para usar la varita... No espero más, y dejó su cuerpo ceder ante la excitación—¡Diana, ya no puedo más!—esto a Diana no le importó. Continuó con sus interminables roces...—¡Diana! ¡Me voy a-! ¡Me voy a-! ¡Me voy a..."

—¿Qué escribes, Jackie?
—¡¡¡NA-NADA!!!
La voz de su amiga peliplateada sacó de sus fantasías a la joven O'Neill, exaltándola de su asiento.
Rápidamente se puso frente el escritorio, tapando su escrito.
—¿Enserio? Te vi muy roja mientras escribías. Pensé que era alguna clase de...
—¡NO ES UN FANFIC YURI LEMON HARD DIAKKO SI ESO ES LO QUE CREES!
—¿Un qué?

Sin que se dieran cuenta, Kuina apareció y agarró los papeles de Jackie.
—¿Y esto? "Lujuria en los pasillos de Luna Nova 'Parte 7' "
Jackie se abalanzó en su amiga pelimorada.
—¡SUELTA ESO!
Antes de que se lo arrebataran, con ayuda de su velocidad vampírica, leyó toda la historia en dos segundos, luego, luego, produciéndole un derrame nasal.
Rebecca gritó preocupada —¡Kuina!

Mientras, Jackie guardaba rápidamente sus hojas en su mochila. La princesa estaba extrañada.
—¿A ti qué te sucede hoy? No te recordaba tan escandalosa desde el primer día que te conocí. Qué puede tener una hoja para que te pusieras así.
Casi murmurando, le responde—No era nada, je, je, je... Enserio—puso las manos en la espalda—Es que era un... un... ¡UN POEMA! ¡Sí! Era eso, un poema que estaba haciendo, y pueeees... me quedó muy feo, y, como tu dices: Qué oso~ Je, je, je, je...

Sin creerle, Rebecca quería volver a interrogar a su amiga, pero una extrañamente alegre Kuina abrazó por la espalda a su líder de equipo, dejando a las niñas sin habla.
—Jackie~ Nunca te cache pensando esas cosas cuando te leía la mente... No me imaginé que tuvieras ideas tan suculentas en tu preciosa cabecita~ ¿Y si mejor dejas de escribirlas y nos ponemos a probarlas? ¿Qué dices?~

Aterrada por la hambrienta mirada de la mayor, Jackie se escabulle por debajo de los brazos de su compañera, y escapa hacia la cocina, buscando ayuda en sus sempais, dejando solas a Kuina y Rebecca.

La princesa jala de la playera negra que portaba la vampira.
—Kuina, ¿qué había en esa hoja?
—Ji,ji,ji,ji,ji. ¿No quieres que te lo enseñe? No es nada malo—cruza los dedos sin que Rebecca se de cuenta—Pinkie promise~
—Eh... ¿Ok?
—¡No se diga más!

Amanda entra derribando la puerta. La tía se enteró antes que las otras.
—¡Alto ahí, pervertida sin causa!
Kuina voltea preocupada—¡A-Amanda!
La O'Neill cargaba con un brazo a su sobrina—Esta rufiána ya me contó todas las cochinadas esas que quieres hacer.
Kuina sorprendida le pregunta—¡Shit!—Buscó zafarse—¿Y te contó sobre su fanfic? ¡Ella es más depravada que yo!
—No necesita contármelo, soy su tía, y soy consciente de las puerquesas que escribe. ¿A quién crees que le pedía que las leyera?—la pelimorada quedó en shock—Pero el punto es que ella sólo lo fantasea, ¡tú lo quieres hacer!
—Bueno, bueno, ya... Me calmo, entonces.
—Excelente—se volteo—Y tú, deja de escribir esas cosa, niñita.
Apenada, la O'Neill menor cede—Bueno...
—Deshazte de esas hojas.
—Okey...

La pequeña no le hizo mucho caso a su tía. Quemó sus papeles frente ella, pero lo que nadie sabía es que antes les sacó una copia con magia.
Jackie necesitaba material para publicar en su blog al regresar a la tierra. Como líder de las "Diakko Fans" no podía dejar mal a sus compatriotas shippers.

La princesa se fastidio de no entender lo que sucedía—¿Alguien me quiere explicar de qué hablan?
Las dos norteamericanas se negaron.
Sin dudar, la vampira iba a halar, pero después de ver la fulminante mirada de Amanda, quedó muda.

Rebecca genero una mueca de disconformidad. Luego se fue indignada a la cocina. «¡Algún día lo averiguare! Aunque... seguramente es algo de pervertidos... Equis, lo averiguare de todas forma. No me puedo quedar atrás, jejeje.»
Agarró un yogurt y se sentó a jugar "Uno" con Lotte, Barbara y Conztanse.

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¡Nuevo capítulo listo!

Uffffff me dieron ganas de leer las partes 1-6 de "Lujuria en los pasillos de Luna Nova"...
Okno... XD

¡Espero que les haya gustado este corto capítulo! El siguiente ya es normal. Es que estoy preparando algo chidillo, y la verdad, aún no estoy muy seguro por dónde ira la cosa en el siguiente cap. Jejejejeje... ¡Acepto sugerencia de qué tipo de cosas les gustaría ver más, o en las que me enfoque en los siguientes capítulos! Sugieran sin temor, no les voy a morder XD

Por cierto, cada día veo que más gente comenta y vota, y eso me hace muy feliz :')

Y nada más... Ya saben; voten, comente, síganme, y lean mucho LWA ^u^
¡Un saludo!

Little Witch Academia "Cruzada por el Trono Mágico"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora