La mañana que iluminó su día era hermosa, cálida y motivadora. Diana madrugó. Lily continuó durmiendo, pues la noche anterior fue pesada; a final de cuentas, sigue siendo una niña.
La Cavendish se dignó a explorar un poco la biblioteca que no pudo visitar ayer por el entrenamiento. El lugar era gigantesco. Eran tantos los libreros que no podía contarlos. El edificio se erguía en espiral. En el techo, un ventanal de colores iluminaba los adentros. Diana halló una pequeña mesa en la que sentarse. Ahí estuvo un par de horas leyendo y aprendiendo. Conoció magias que no pensó posibles alguna vez, al igual, descubrió métodos arcanos para los primeros auxilios y creación de medicinas. Estaba más que feliz. Ese conglomerado de información era una bendición para ella.
Su concentración se fue tranquilizando cuando acabó el décimo tercer libro.
Se alzó de la silla y tronó su espalda—Vaya, cni para los exámenes estudio tanto. ¿Será que Lily se moleste si le pido unos libros para llevar...?
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando una manifestación luminosa de pequeño tamaño, pero robusta, la miraba parada en la mesa. Diana lo reconoció—Un espíritu... Tú eres el que nos ayudó en Estrados para salvar a Croix, ¿no es así?—dibujó una sonrisa—No pude agradecerles bien aquella vez. Por favor, permíteme-
Antes de que siguiera, el pequeño saltó y se fue corriendo.
—¡Oye! Ven aquí, regordete amiguito.
A pesar de su tamaño, era rápido. Diana lo correteó por toda la biblioteca. Era muy escurridizo el espíritu—¿Por qué huyes?—le preguntó Diana. Por supuesto, no se paró a contestar.
Siguió persiguiéndole hasta que se perdió. Lo guió hasta una recóndita zona de la biblioteca. Ahí la luz no llegaba. Diana tuvo que usar su varita para iluminar. Los altos libreros le creaban un camino recto hacia el fondo. Sin importar el estado de aquella olvidada sección, procedió a buscar al espíritu. Éste estaba en el fondo del pasillo—Te encontré—sonrió victoriosa Diana—Ahora ven acá—Sin darse cuenta, le estaba susurrando.
El luminoso se escondió detrás de un libro del librero pegado a la pared. Mientras Diana removía el libro lentamente, decía:
—E-res-mí-o.
No obstante, su mirada confiada desapareció cuando el pequeño no estaba donde se ocultó. Por otro lado, desencadenó algo más. Al quitar ese libro, el librero se levantó mágicamente. Atrás se ocultaba una bajada que lucía como la entrada a un sótano. Antorchas colgadas en ese descenso, prendieron solas.
—En qué lugar te has metido.
Diana, sin pensarlo dos veces, entró al área oculta. Dedujo que, probablemente, el espíritu quería que ella llegara ahí. Sentía que podía confiar en él y en su propio instinto. El recorrido fue largo. La profundidad era mucha. Tardó varios minutos en llegar al final. Se topó con la una pequeña habitación de ladrillos, polvorienta e invadida por telarañas. Ésta era muy sencilla: en el centro había un escritorio, en la pared izquierda un librero y en la derecha un retrato enmarcado. Entró y vio el cuadro. En él estaban las antiguas nueve brujas más jóvenes. Lucían como un grupo de verdaderas amigas. Notó muchas similitudes en esa imagen con la actualidad.
Revisó el resto de la habitación. Sin duda, lo más interesante era el librero. Ahí yacían registros muy antiguos. Uno en especial acaparó su atención. Era de forro rojo con una placa dorada en la portada. A diferencia de los otros, ése no estaba tam desgastado; sólo abundaba el polvo en él. Diana sentía magia saliente de ese libro. 'Esto debe tener algún encantamiento para que el tiempo no lo desaparezca' pensó. Lo abrió y observó la primera página. Gracias a su amplio vocabulario de antiguo lenguaje mágico, lo descifró. "Cronología del Trono Mágico: Reyes del Norte". 'Entonces eres real, señor Trono Mágico. Los cuentos son reales' Pasó de página. "Primer poseedor y creador: Zartes Godhammer. Lapso de ocupación: años 22,139-22,240." En medio de la hoja estaba la imagen del propio Zarteras a un lado del trono. Era un hombre alto, pálido, rubio de ojos claros y con una sonrisa gigantesca. Todo lo contrario a como Diana lo imaginó.
En las siguientes páginas encontró la descendencia del legendario creador del trono. Vio la historia desde sus inicios. Cada periodo era brevemente descrito, con los detalles más importantes de la familia real, etc.
Diana continuó inspeccionando el libro. Conoció a las familias reales que controlaron el Trono Mágico. Cada generación iba cambiando bastante. En las imágenes, Diana podía ver un poco de cómo aquella época se vivía. Todo iba normal hasta que llegó a la última parte; la última familia real. "Tricentésimo quinto poseedor: Malal Godhammer. Lapso de ocupación: año 51,091-"
El resto de datos que se brindaban en los anteriores reinados, no estaban. Alguien lo tapó con tinta. Lo único que quedaba era la imagen de la familia real.
En medio, a un lado del trono, estaba el rey Malal, un hombre alto de larga caballera negra, junto a él, estaban lo que parecía su-muy hermosa-esposa y sus hijos. Eran tres, dos bellas chicas y un pequeño niño de cara redonda y juguetona, con el cabello como su padre. Parecía una familia modelo. Todos alegres, firmes, nobles; se notaba su sangre real. Diana quizo seguir, pero las páginas siguientes fueron arrancadas. Las marcas de las hojas que estuvieron ahí se notaban. A Diana se sentía con dudas. Dudaba que Lily pueda ayudarle. Ese cuarto secreto no había sido visitado en décadas o siglos. Ni las propias brujas que vivieron ahí sabían de él, seguramente.
'Será mejor que vuelva. Lily ya ha de haber despertado' reflexionó la británica. Tomó el libro y subió. En otro momento regresaría a aquel cuarto para seguir investigando. La respuesta estaba cerca, eso creía.~~~~~~~~~~
—Chicas, es en serio. No entienden lo peligrosa que ella puede ser—bramó la capitana—si entran en contacto con ella mucho tiempo, pueden infectarse del Virus Cuervo.
—Tonterías—aseguró Akko—Hemos estado muy cerca de ella todo este tiempo y en ningún momento nos hemos sentido enfermas.
—¿Cómo dices?
—Digan desde hace cuánto que está con ustedes—dijo Barbara (mágica).
—Nos acompaña desde Estrados. Aproximadamente cuatro días lleva con nosotras—contestó Lotte.
Su contraparte las miró sorprendida—Eso es mucho tiempo. Estar expuestas en ese lapso ya les debió haber infectado. ¿No se han sentido enfermas?
—Ahora que lo dices...—Akko hizo memoria—Ayer me dio chorro en el baño, pero creo que fue por la cena del día anterior.
—Ése no es un síntoma...
—Ah, entonces no.
—Extraño—la rubia se dirigió a su capitana—No les ha afectado, Hannah. ¿Alguna idea?
—Puede que sea porque vienen de una tierra distinta.
—No creo. Las dimensiones espejos cumplimos las mismas leyes. Si a nosotras nos afecta, a ellas igual.
—Entonces no me lo explico.
Frost, manteniéndose detrás de la alemana, habla temerosa—Pu-Puede que sea porque mi madre me medicaba.
La capitana escuchó. Pidió una explicación a detalle.
—Antes de encontrarme con estas brujitas de la tierra, mi madre me usaba para experimentar, utilizaba mi cuerpo. Probaba sustancias venenosas en mí para anular el virus de los Cuervos. Buscaba una cura para que ella nunca fuese infectada por estos...
—¿Dices que esas pruebas te curaron?—dudó Lotte (mágica).
—Como notarás, no me curaron , pero consiguió anular la propagación del virus.
—Increíble—alabó Barbara (mágica)—Tú madre es una genio.
—Y una infeliz—añadió la capitana—experimentar así con su propia hija es de demonios.
—En realidad, soy adoptada...
Las brujas bajaron sus varitas. La líder ordenó que Avery y sus chicas se retiraran. Acto seguido, indicó a Lotte (mágica) que inspeccionará el cuerpo de la chica. Frost, asustada, se aferró más a Constanze. Ante esto, la alemana dirigió una mirada a las demás brujas dando a entender que no dejaría a la maga de hielo. Luego, la capitana ordenó que la checaran con Constanze en todo momento junto a ella; sólo así se sentiría segura. Luego de pensarlo un poco, la alvina asintió. Aceptó siempre y cuando su pequeña heroína embarrada en aceite estuviera acompañándole.
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Little Witch Academia "Cruzada por el Trono Mágico"
FanfictionDos años han pasado desde que Atsuko Kagari detuvo al misil junto a sus amigas y devolvió la magia al mundo; dos años en los que las nueve brujitas se han vuelto más unidas que nunca... Las vacaciones de verano han acabado, y el momento de volver a...