Mi Ángel, Mi Salvador (GEMELIERS)

Capítulo 31

Ya había llegado el día de la feria, me levanté temprano y me fui hacia la ducha. El vestido lo había recogido unos días antes y estaba colgado en la puerta de mi habitación. Cuando salí con la toalla ví a Jesús, en su habitación moviéndose de un lado a otro. Le silbé y me lanzó un beso, a lo que le respondí. Empecé desenredándome el pelo y mientras se me secaba al aire me puse a desayunar. Al acabar me puse a fregar y volví a mi habitación a terminar de peinarme. Me hice un moño un poco despeinado y me coloqué la flor. Mis abuelos me dijeron que ellos se iban ya para ayudar, con la carpa. 

Jesús y su familia también se había ido, lo sabía porque Jesús me avisó por WhatsApp. Así que yo era la última en llegar. Me maquillé y con cuidado me puse el vestido. Ya por último me puse los pendientes, los zapatos y cogí el móvil para después irme. Para llegar hasta allí, tuve que coger un taxi y andar un poco por la feria. Jesús no paraba de mandarme mensajes, estaba nervioso porque llegaba un poco tarde. Estaba perdida por la feria, pero al final conseguí encontrar la caseta. Entré y todos se me quedaron mirando. Jesús estaba en un lado mirándome, con la boca abierta. Sonreí y me acerqué a él, saludando a todos. Cuando llegué a su lado me abrazò y me susurró al oído estas preciosa princesa. Me sonrojé y él me besó, mientras toda la carpa se llenaba de música. Nos sentamos juntos a comer, junto a toda la familia. Al acabar fuimos a dar un paseo por la feria, todo estaba muy animado. Íbamos cogidos de la mano, era como andar en una nube. La sonrisa no se me quitaba de la cara, ni siquiera cuando empezó a llover. 

Estuvimos en la feria hasta tarde, Jesús y yo habíamos quedado en ir a dar un paseo por el parque aunque fuese de noche. Así que nada más bajarme del coche, subí a mi habitación y me cambié de ropa. El me mandó un mensaje avisándome, de que ya estaba en la puerta de mi casa. Bajé corriendo las escaleras y al abrir la puerta estaba él con su sonrisa radiante. Nos recorrimos el parque entero y después nos sentamos en la hierba juntitos. Yo estaba sentada entre sus piernas, él me rodeaba con las suyas mientras me abrazaba y me cantaba al oído. Casi me estaba quedando dormida, pero de repente.......