Capítulo 16

186 14 3
                                    

*Inicio llamada telefónica*

-Padre: ¡¿POR QUÉ NO HAS COGIDO EL MALDITO TELÉFONO?!

-_____: No me grites, estaba ocupada.

-Padre: A saber lo que estabas haciendo, solo eres una niñata.

-_____: ¡Y TÚ QUE SABES COMO SOY SI NUNCA ESTAS EN CASA!

-Padre: ¡POR LA CARA QUE TIENES! SOLO SIRVES PARA QUEJARTE, TÚ SOLO FUISTES UN ACCIDENTE DE UNA NOCHE LOCA

-_____: ¡TE ODIO!

*Fin llamada telefónica*

Colgué el teléfono y después tapé mi cara con mis manos. Sólo espero que nadie me haya escuchado, empecé a sollozar y me mordí la lengua para no hacer ruido. Me tumbé en mi cama y me encogí mientras lloraba sin parar. Mi abuela apareció por la puerta y se sentó en la cama acariciándome la espalda. La abracé y ella me quitó las lágrimas que caían de mis ojos. Le dije que no quería cenar y se fue despidiéndose de mí. Me puse el pijama y me acosté.

A la mañana siguiente, me levanté temprano para ducharme y después desayunar con mis abuelos. Preparé a mis dos hermanos y nos despedimos de nuestros abuelos que se iban de viaje. Dejé a Marcos en la guardería y a Ana en su colegio. Hoy debía de salir corriendo a por ellos, ya que después tendríamos que ir a buscar a mi tío luzu.

A primera hora tocaba gimnasia y yo me senté al fondo, hasta que sentí a Jesús a mi lado.

-Jesús: Holi, ¿cómo estas?

-_____: Bien, ¿y tú?

-Jesús: Bien, vente con nosotros en la salida. Así no te vas sola.

-_____: Me encantaría, pero he de ir a por mis hermanos y despues al aeropuerto a por mi tío Luzu.

Continuemos hablando y más tarde el maestro nos reunió a todos para informarnos de unas clases de baile que iba a dar en gimnasia. A mí siempre me había gustado el baile, pero al tener que cuidar a mis hermanos nunca pude ir a una academia. Cuando acabó la clase, Jesús y yo fuimos juntos a la próxima clase. Se sentó a mi lado y se puso a mirar algo en el mòvil. Tenía un rostro perfecto y una sonrisa radiante que haría derretir a cualquier chica. Sin darme cuenta, estaba mirandole como una boba. Desvié la mirada antes de que se diese cuenta y la clase empezó. Nuestras manos chocaron cuando le presté un bolígrafo, sentí una corriente y le sonreí. Me sentía rara, ¿qué me estará pasando?

Mi Ángel, Mi Salvador (GEMELIERS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora