Mi Ángel, Mi Salvador (GEMELIERS)

Capítulo 15

Estaba esperando a ambos hermanos hasta que sentí que alguien me tocaba el hombro, me giré y era Jesús. Le sonreí y comencemos a caminar hasta el patio, allí estaba su gemelo. Me presentaron ante sus amigos, todos eran muy amables pero uno de ellos me daba mala espina. Creo que será mejor no acercarse mucho a él, sino podría salir mal parada. Al acabar el recreo, Erika, una compañera de clase se acercó a mí para irnos juntas a nuestra próxima clase. Por los pasillos me iba contando muchas cosas de lo que hacía, era una chica muy agradable. Al llegar a nuestra clase nos sentemos juntas y empecemos a hablar en voz baja. Así transcurrió todo el día, estuve junto a ella hablando de diversos temas. Hasta que en la salida ella se fue por su camino, y yo, por el mío. Me puse los cascos y procuré llegar cuánto antes a casa. Mis abuelos se irían mañana asi que debía de ayudarles con las maletas, cuando llegué todo estaba patas arriba. Ropa por un lado, juguetes por otro, varias maletas abiertas en el salón y mis hermanos jugando. Dejé la mochila en la entrada y me puse a recoger. Mi abuela salió de la cocina anunciándonos que ya podíamos ir a comer, cogí a Marcos en brazos y nos sentemos. Cuando acabemos mi móvil empezó a sonar, mi padre. Decidí dejarlo a un lado y ayudar a seguir recogiendo. Subí con mi abuela a su habitación y empecemos a ver qué era lo que se iba a llevar.

Bajé todo al salón y mientras ella hacía su maleta yo preparaba la de mi abuelo. De mientras, mi abuelo estaba llevando a dormir a Marcos y Ana estaba haciendo sus deberes. Los míos ya los haría yo más tarde, aunque no tenía muchas. Me senté encima de la maleta de mi abuelo mientras mi abuela la cerraba y después hicimos lo mismo con la suya. Era un gran método que siempre funcionaba, aunque no sé como se las apañaran al volver. Mañana debía de dejar a Marcos en la guardería y Ana se quedaría en el comedor hasta que yo saliese.

Me fui a mi cuarto y cerré la puerta para después empezar con los deberes. Mi móvil volvió a sonar cuando yo iba hacia la habitación de Ana, mi padre de nuevo. Aprovechando que Ana no estaba allí me senté en su cama y cogí el teléfono....