Mixtape #1, lado A {lrh} // EN EDICIÓN

#6 - Just Saying

Entré a mi casa luego del instituto, encontrando a mi hermano mirando televisión en el sofá. Apenas me vio, se sorprendió. De seguro esperaba que llegase más tarde.

—¿Quién eres y qué has hecho con mi hermana? —bromeó.

—Es lindo verte de nuevo, hermanito. —Me acerqué y lo saludé con un abrazo.

Si debía ser franca, él también había cambiado bastante en el último tiempo. No es que no estuviera al tanto de sus cambios, pero costaba verlo frente a frente con su pelo tan largo y barba decorando su cara. No sabía si lograría acostumbrarme en algún momento.

Él sólo reía. —No puedo creer a lo que te has animado.

Yo me separé de él y le saqué la lengua. Eso no era noticia, Connor "nunca puede creer" nada.

—Eh, cambio físico no implica actitud —reclamó.

—Lo que sea —respondí—. ¿Qué te trae de nuevo a nuestro hogar?

—Papá y mamá se van al Congreso en Melbourne. —Me sonrió. —No me digas que supusiste que te quedarías sola.

Técnicamente, no lo había supuesto, mas tenía la esperanza de que confiaran en mí al menos una vez... Ah, ¡por supuesto que Connor estaría allí para recordarme que no soy lo suficientemente madura como para estar sola en casa por el breve lapso de cinco días!

—Nunca me darían ese placer. —Rodé mis ojos, dispuesta a subir a mi cuarto.

—Hailey Diana Hafner, no he terminado contigo. —Se interpuso entre la escalera y yo, impidiéndome el paso. Sí, Hailey, si creíste que Connor Hafner dejaría pasar este detalle, claramente no lo conoces. Bufé, sabiendo lo que proseguía.

—No tengo ánimos ni quiero discutir con quién debo juntarme o no.

—¿Estás saliendo con Ashton Irwin? —Me miró desafiante.

—¿Desde cuándo eso es de tu incumbencia?

—Desde que eres mi hermanita.

Hermanita. Diecisiete benditos años tengo.

Miré al techo, contando hasta diez. —Ya no tengo seis años.

—No quiero que te veas con él, menos a solas. 

Yo me limité a reír. ¿Qué diablos? ¿Quién se creía que...? —Connor, en serio no puedes pedirme eso.

—Puedo pedir lo que se me antoje con tal de cuidarte.

¡Cuidarme! ¿Acaso Irwin es un asesino serial? Por favor...

—Claro que no puedes. Ya soy grande y sé lo que hago. —Intenté esquivarlo y subir las escaleras, pero fue imposible.

—No te das una idea de quién es Ashton Irwin.

¿Se suponía que él sí? Me estaba sacando de quicio. —Pues explícame. —Me crucé de brazos frente a él.

Boom, ahí está. Connor no había pensado que tendría que darme razones. Pues no perderé una batalla sin haberla peleado mínimamente. 

—Bueno, es mujeriego —aseguró—. No mereces a alguien que te pueda cambiar de un instante al otro.

—No estoy interesada en nada serio, así que búscate otra excusa —mentí velozmente—. Ashton es guapo y muy caballero, es lo que me importa.

Mi hermano puso los ojos en blanco, cruzándose de brazos. —¿Desde qué momento te atrae ese tipo de chicos?

—No lo sé. Simplemente, hacía mucho que nadie me trataba como él lo hace.