#9 - End Up Here

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—No irás.

Observé a mi hermano boquiabierta, mientras mis amigas intercambiaban miradas.

—Y mucho menos con Irwin. —Se cruzó de hombros.

Quizá había olvidado mencionar ése pequeño detalle, hasta que a Sasha se le escapó apenas cruzó la puerta de mi casa el sábado por la noche.

—Connor Hafner, sólo mis padres me dan permiso. —Rodé los ojos y me dirigí a la escalera.

—Pues hablaré con papá de esto.

—No te preocupes, hablé con ellos. Están de acuerdo de que vaya y de que sea con Ashton. Creí que papá te lo había dejado claro —le informé. Les hice señas a mis amigas para que suban las escaleras, y enfrenté a mi hermano. No iba a dejar que se saliera con la suya.

Además, no estaba mintiendo. Mis padres sabían dónde iba, con quiénes y cómo contactarme. Podía sonar raro que me sobreprotegieran tanto, pero ya era moneda corriente para mí.

—No te creo. Les debes haber mentido sobre quién es Irwin —me desafió.

—Lo que sea, Connor —lo miré, no molesta, enfadada, decidiendo que no valía la pena seguir discutiendo con él—. Ashton está en camino, así que ni se te ocurra montar una estúpida escena —le advertí.

Me volví hacia las escaleras y subí corriendo. Escuché que me gritó "¡Hailey Hafner, no corras en las malditas escaleras!", pero honestamente no estaba de humor para sus recordatorios sinsentido.

Aunque, debía admitir, algo se revolvía en mí cada vez que me recordaban cuidarme de tal manera. 

...

—¿Están listas? —gritó Sasha mientras entraba a la habitación con un vestido rojo y tacones del mismo color. Levantó sus brazos y se recostó sobre el umbral de la puerta, cual superestrella. Anna puso los ojos en blanco.

—Deja de actuar como si nunca hubieras ido a una fiesta, Sasha.

La castaña se llevó una mano al pecho en señal de ofensa. —No estoy haciendo eso.

Yo reí, negando. Mi atuendo, en cambio, consistía de unos shorts tiro alto negros y una blusa blanca, con unas zapatillas. Me había maquillado con un labial rojo y rogaba no hacer el ridículo.

Anna, por su parte, llevaba unos jeans ajustados y un top color turquesa, con botitas.

Nunca antes nos habíamos producido tanto.

Ambas ansiaban darles a sus chicos la sorpresa de sus vidas, o al menos hasta ahora. Se habían negado a ir con ellos sólo para ver cómo reaccionaban a que ellas estén ahí. Además, era una forma de asegurarnos que Luke fuera.

—Esta noche tienes que besarlo —dijo Anna. Yo me sonrojé.

—Primero tengo que hablar con él —interpuse, viendo cómo Annie guardaba sus cosméticos en su bolso y me dirigía su mirada de desaprobación. 

—¡Al diablo! —agregó Sasha, logrando interceptar la señal de nuestra amiga—. Vas y lo besas, sin mediar palabras.

Por mucho que lo deseara, todas sabíamos que eso no iba a pasar. 

...

Un rato después, Ashton tocó el timbre de mi casa y tuvo que soportar a mi hermano sugiriendo todas las precauciones posibles. El chico le aseguró que cuidaría de mí como si fuera su propia hermana. "Ya no somos niños, Connor. Puedes dejar a Hailey en mis manos", le dijo con una sonrisa dulce al mismo tiempo que todas aparecíamos en la sala de estar. Un par de minutos más tarde, subimos a su auto, y el ojiverde no paraba de hacer comentarios sobre lo atractivas que lucíamos todas. Viajamos hasta la casa de Nick (a quien no conocía para nada) entre risas y canciones.

Mixtape #1, lado A {lrh} // EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora