Al otro día, mis ojos se abrieron sin querer hacerlo. No quería ir al maldito instituto. Lacey se había ocupado de tornarlo el lugar más incómodo para mí y yo no tenía ni la menor idea de cómo devolver las cosas a su lugar. Maldije mientras me vestía.
Abrí las ventanas y caí en la cuenta que la noche anterior no había despertado para escuchar a Luke. Era como si no lo necesitara ya que estaba a mi lado cuando quisiera. O, al menos, eso esperaba.
Tomé mi mochila y bajé corriendo las escaleras. Mi hermano me había preparado el desayuno, dejando una notita en el plato con un "perdón" garabateado, y una carita triste. Rodé los ojos. Eso era tan común en Connor.
En cuanto acabé mis cereales, limpié todo y salí, intentando no quedarme un segundo más en casa: de ser así, iba a terminar desistiendo de ir a clases.
Suspiré pesadamente mientras cruzaba la calle, mas no caminé sola por mucho tiempo.
—Haaaaaails, ¿tienes tanta prisa? —Su voz me hizo detener. Me giré y lo vi sonreír.
Su sonrisa, pequeños placeres culposos. Debería estar prohibida, debería ser ilegal.
—Pues me asusta tanto tu cercanía que quiero huir —mentí descaradamente al mismo tiempo que me acercaba a él.
Llevaba una camisa a cuadros azul sobre una remera gris, y unos jeans negros que hacían juego con sus Vans. Su pelo rubio estaba perfectamente peinado hacia arriba. Era tan guapo por las mañanas. Bueno, también por el resto del día.
Luke se llevó una mano al corazón e hizo una mueca.
—Eso dolió, Hafner. —Cerró sus ojos y se mordió el labio.
Por mi mente pasaba algo así como "¡Este chico no puede ser real, por el amor de Dios!". Reí intentando disimular las cataratas de sentimientos que me provocaba.
—Pero, ¿sabes? Reconozco cuando mientes, pequeña. —Volvió a dirigirme su mirada azul y sonreírme.
—No me conoces —quise convencerme.
Él soltó una risita y comenzó a caminar en dirección al instituto. Por un momento, me había olvidado adónde iba.
—Creo que no puedes decir eso. —Me tomó de la mano y me invitó a caminar con él. Miré nuestra unión y miles de mariposas se revolvieron en mi estómago. —Estuve ausente, lo sé, pero no perdí de vista para nada tus costumbres. Sigues jugando con tu pelo cuando mientes. —Me guiñó un ojo y finalizó con una sonrisa triunfante.
Solté mi pelo, cuyo agarre, en mi defensa, era totalmente inconsciente.
—Te odio —susurré.
—Claro que no —me aseguró y siguió caminando.
Mi cabeza no paraba de pensar ni un segundo. ¿Qué tanto se acordaba Luke Hemmings de mí? ¿Por qué había decidido volver a mi vida, después de evitarme por años?
—¿Has dormido bien? —me consultó para romper el hielo, sacándome del trance.
Asentí. —Estaba rendida.
—Me imagino. —Buscó mi mirada mientras se detenía en un semáforo, aguardando a que los autos obedecieran la luz roja en cuanto se hiciera presente. —¿Cómo están las cosas con Connor?
Me encogí de hombros mientras cruzábamos. —Podrían ir peor.
—Anoche le mensajeé y le expliqué lo que pasó.
Lo cuestioné con la mirada, incrédula —¿A causa de...?
—Él comenzó, a decir verdad. Estaba enfadado y me advirtió que no quería que te llevara por mal camino.
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Mixtape #1, lado A {lrh} // EN EDICIÓN
Fanfiction¿Qué harías si un error te separara del amor de tu vida? Luke cometió un error que lo obligó a alejarse de su mejor amiga, Hailey, y ella quiere averiguar por qué. Temas secundarios: salud mental, sobreprotección parental. Teen fic, cliché. Serie Mi...