8. Promesas incumplidas

141 13 33
                                    


N.A: Antes de leer quiero aclarar algo que fue un error-¡enorme!-por parte mía con respecto a la ubicación del lugar (suspira con cansancio). A ver, Jackligth es un pueblo ficticio que lo cree yo, ubicado en Texas. Ok, el error radica en la parte en que, realmente, Jackligth queda en Dallas: como decir, un pueblo dentro de una ciudad y yo describí que Dallas queda al otro lado país XD-si quedaba lejos pero es como ir de de tu provincia a otra más lejos-, repito: error mío, ¡lo lamento!, lo arreglaré cuando edite la historia.

Otra cosa, ya hay nombre de la pareja... esperen, ¿son pareja?, aun así ya hay, el shippeo es... Lyvanna + Santiago = Lyago, ¿les gusta? Un corazón si es así... ahora si, disfruten el capítulo tanto como yo lo disfruté escribiéndolo.


8. "Promesas incumplidas."

Lyvanna


Dallas, Texas, 2006.

Lo recordaba muy bien. Era un recuerdo nato, que se resguardó en mi corazón muy bien.

-Papi, ¿cómo conociste a mami? Ustedes nunca hablan de eso -recordé que con tan solo 5 años había hecho esta pregunta, y el tono inocente y dulce enterneció a mi padre, quien me tenía en su regazo, había evadido su explicación sobre las espadas ya que él, según me contó, practicó Esgrima casi toda su adolescencia.

Él suspiró y alzó sus ojos hacia arriba, añorando algo, luego, depositó un besito en mi mejilla.

-Fue de una manera muy inusual, Livvy. Años después de...

Melina y Joe se conocieron a finales de la Segunda Guerra Mundial-ocho años después, específicamente-, en ese entonces Joe, con 20 años, se había postulado para entrar a las Fuerzas Armadas del país, ya que los estragos de la guerra aun eran evidentes en ciudades como Vietnam, donde se encontraba Melina, con 18 años, en ese entonces ella era voluntaria recogiendo víveres para enviar a ese mismo Estado y, a países de la Unión Soviética, ella era caracterizada por la gran humanidad que poseía, por su inteligencia, sus cabellos rubios y ojos azules.

Un día en Vietnam, hubo un revuelo por parte de los opositores, protestando y quejándose de que la ayuda era muy poca y no servía. Ese día Melina se encontraba en uno de los almacenes que fueron saqueados, cuando uno de ellos la había tomado como rehén ante los cadetes de Americanos que habían sido enviados para compactar su acuerdo de paz, y proteger a quienes lo necesitaban.

Melina había sentido la sangre hervir ante esos idiotas inconscientes, que solo buscaban atención, por más que había forcejeado la tenían presa mientras en las calles todo era un caos, policías acribillando sin remordimiento a los causantes de tal revuelo.

Y ahí fue donde lo vio.

Había acorralado a un chico que había lanzado una granada de gas a un auto, se lo entregó a uno de sus compañeros, ella le había dado un traspié al tipo y había echado la cabeza hacia atrás, golpeándolo y gritando rápido: "¡ayuda!", eso bastó para captar su atención, él había levantado una navaja y se la había colocado en el cuello a la chica. Él había gritado que la soltara y nada le pasaría, ejerció presión en el cuello de Melina y como al tipo le temblaba la mano, ella se agachó y le dio oportunidad para que él lo matara.

La había ayudado a levantarse, sorprendiéndose por sus ojos azules bellísimos, ella quedó anonadada por todo el aspectos del chico moreno, en general, y ahí el resto ya es más historia...

Decadencia Apocalíptica © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora