11. Para siempre

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—¿Que fue eso?

— Solo un impulso.

— Magnus, el lugar está impregnado de su olor, de ambos, es como feromonas bailando por toda la cabaña.

— Yo...

—¿Que fue lo qué pasó el día de su transformación?

— Nada... todo estuvo bien.

— Magnus....

Se sienta en el sillón de la oficina de un solo golpe y se lleva las manos al cabello.

— Cuando Alec cambio, su lobo estaba descontrolado, muerto de miedo y empezaba a comportarse agresivo, así que me acerqué a él y comencé a hablarle.

—¿Funcionó?

Desabotona su camisa haciendo que resbale por su hombro derecho y dejando a la vista un par de rasguños en forma de garras.

— No. De inmediato cambie a mi forma de lobo y...

—¿Y? Vamos Magnus, no le des tantas vueltas.

— Cuando toque a Alexander, lo vi.

— No.

— Si Ragnor. Alexander es mi destinado y no solo eso, también será mi sucesor. Será su alfa cuando yo no esté.

—¿Cuando no estes? De que hablas.

— Es mi último invierno Ragnor, mi última transformación y pasará lo mismo que Cat. Seré un lobo para siempre.

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