Wolves

4. Saldremos de esto.

«Alec»

"— Primero debemos averiguar qué eres.

— ¿Que soy?

—Omega, Beta o Alfa.

—¿Acaso es como en la historias?

—Algunas cosas. Si eres un Alfa, bueno, no tendrás demasiados problemas al igual que si eres un Beta.

— ¿Pero si soy Omega?

—Los omegas.... bueno... tienen más cuidados, resulta un poco, mucho más complicado para ti.

—Esto debe ser una broma, no puede estar pasando.

—Alec cálmate, se que es difícil y que no es lo que deseabas, pero es lo que eres y ahora debemos lidiar con eso.

—Soy esto, porque tú me convertiste.... — Mi voz es apenas un susurro. — Yo no quería esto.

—Te salve la vida Alec.

—Hubiera preferido morir.

Me levanto y me dirijo a la habitación en la que desperté. Luego de cerrar la puerta, me pongo a llorar. "

******

—¿Si? ¿Izzy? Verás surgieron varios... problemas y no podré ir a casa.

—¿Cuando lo harás entonces?

—No lo se. Es difícil Iz, solo necesito que me hagas un favor.

—¿Que es?

— Lleva ropa a la vieja biblioteca, deja la maleta en la puerta trasera a las... — Observó el reloj en la cocina — 5 de la tarde y yo iré por ella luego. ¿Puedes?

—Alexander... ¿Que demonios está pasando?

—Solo hazlo Iz, prometo explicártelo luego.... te quiero.

Cuelgo el teléfono y me recargo en la pared.

Magnus esta en uno de los sofás, con la cobija hasta el pecho, mientras lee un libro.

No he hablado con el desde la última conversación por la mañana.

No es que lo sienta, porque no es exactamente así, en realidad no se que es lo que siento en este momento.

Verlo convertido en lobo, fue aterrador y maravilloso a la vez. Siempre ame a los lobos, pero ver uno, tocar uno y además verlo pasar de ser lobo a humano es... diferente.

Yo aún intento procesar todo. Tarde o temprano tendré que aparecerme con mi familia y luego está lo qué pasó esa noche, lo que no recuerdo y necesito recordar, lo que me llevo a esto.

—Si tienes frío... en ese sillón esta otra frazada.

—Gracias.

Tomo la frazada del sillón y la coloco sobre mis hombros mientras me cierno en una de las esquinas del mismo.

—Lamentó haberte hablando de esa forma... yo...

—Estas asustado. Esta bien, todos lo estamos.

No levanta la vista del libro, pero parece esperar a que diga algo más.

—Lo estoy, es mi familia, el accidente, el no recordar y bueno, lo obvio.

Al fin aleja su vista del libro, suspira y me mira directamente.

—Lo vamos a resolver. Yo soy tu alfa, hasta que no determinemos en qué punto estás tú y eso te pone bajo mi responsabilidad, así que... saldremos de esto. ¿De acuerdo?

Asiento y no se porque, pero le creo, más de lo que me creo a mi mismo.