Wolves

23. Lo que sea

Magnus

"Lo prometo"

Es una palabra llena de significado, en su mayoría, se dice por decir, sin la intención de por medio, son esperar hacer algo.

Cuando eres un alfa, la palabra no puede salir solo por salir, cuando eres un alfa, buscas cumplir tu promesa, a todos los miembros de tu manada y a las personas que no lo son.

Lo prometes en el bosque, con el viento tocando la piel desnuda, con el olor a humedad y las hojas sobre los pies.

Catarina me lo enseñó y me hizo hacerlo, recuerdo como me hizo prometer que cuidaría de su familia, porque para ella, no se trataba de un grupo de personas desesperadas por no saber que son y que hacer, se trataba de algo más, de su familia.

Creo que lo he hecho bien.

Pero ahora observando a Alec, dormido frente a mi, mientras el pecho sube y baja constantemente, se que el tiempo se acerca.

Alec es el próximo alfa, lo se y tengo que prepararlo, tal como lo hizo Cat conmigo; debo vivir con el hecho de que mi destinado estará para cuidar a esta familia aun cuando no esté yo.

Alexander será un gran alfa, lo tiene todo, incluso cosas que yo no tengo.

Pero también considero que Alec no sea ese alfa, el no quiere esto, lo veo en sus ojos, le duele que le alejara de su familia y de lo que conocía, pero también siento que esta bien cuando esta entre mis brazos, cuando le beso.

Le prometí a Jace y Clary que les ayudaría, Clary tiene la puerta abierta en mi manada y pude ver como sus ojos brillaban cuando lo dije.

No se cuánto tiempo me quede, puede ser un invierno, o dos o bien, poco menos ahora que encontré a mi destinado.

Mi vínculo con este cuerpo se debilita de a poco, pues al tener a Alec a mi lado y no marcarlo, me desprendo de esto...

Debo hablar con Catarina, tengo que buscarla y preguntarle, qué es lo que tengo que hacer.

Debo decidir lo que es mejor para mi manada, pero también lo que es mejor para Alec.

Muchas veces la vida nos enseña que no podemos tener todo lo que queremos, pues el destino tiene otros planes, planes que no pueden cambiarse.

Porque no lo sé, conozco una posibilidad de sacar a Alexander de esto, de ayudarlo y de devolverle su vida y si esa posibilidad le es aunque sea poco remota... lo hará, sin importar lo que pase.

Alec se remueve, ronroneando, mientras sus dedos acarician su mejilla.

— ¿Que sucede Mags? — Su voz sale ronca, por el sueño.

— Nada Alec... vuelve a dormir. — Le mira las largas pestañas, que le rozan las mejillas teñidas de un suave color rosa.

— ¿Seguro? — Se pega un poco más al mayor, recargando su frente en su pecho. Haciéndole sentir su respiración.

— Te quiero Alec y estoy eternamente agradecido por tenerte como destinado mi amor. — Deposita un suave beso en su cabello, mientras con una de sus manos traza suaves círculos en su espalda, mientras lo acerca más a él.

— Yo también te quiero Magnus.

Save que lo dice de forma más sincera y que lo siente.

El también lo quiere, más que eso incluso y por eso hará lo que esté en sus manos para verle feliz.