《I N F I L T R A D A》★(T/n) X Haikyuu★

Avanzar o rendirse

La situación es la siguiente; acabo de ser raptada por dos hombres gigantes vestidos de traje los cuales me introdujeron a una camioneta, dentro de esta mi madre me esperaba dispuesta a hacerme "entrar en razón" para que abandone mis sueños de jugar volley, por si fuera poco iba camino al enfrentamiento contra Yamaguchi y Tsukishima, por lo que no puedo permitirme el llegar tarde, para rematar aún más, estoy disfrazada de "Haru".

-Hace bastante que no te veía, has crecido mucho mi nena.- Su voz estaba bañada de ternura hipócrita, por acto de reflejo apreté los puños hasta que los nudillos se tiñeron de blanco.- ¿Cómo has estado?

-¿Qué quieres?.- Interrogé ya impaciente por su fachada de la mejor mamá del mundo.- Tengo prisa.

-Supongo que no quieres hacer esto por las buenas.- Suspiró con pesadez.- ¿Dónde debes acudir con tanto ansío? Espero que no tenga que ver con la tontería de la pelotita.

-Sí, voy a jugar con unos amigos.- Contesté automáticamente.- ¿Puedo irme ya?

-Mocosa insolente.- Me dio una mirada de desagrado.- Eres una mal educada.

-Tú me educaste.- Le di mi mejor sonrisa burlona, los guardias a mi lado no fueron capaces de contener una pequeña risita, esto la hizo enojar.

El vehículo en el que nos encontrábamos no dejo de circular en ningún momento, no estaba segura de hacia donde íbamos, pero tampoco estaba segura de querer averiguarlo. Sentí una pequeña ráfaga helada escabullirse por la ventana entre abierta, miré la hora en uno de los reloj pulsera de los gorilas, aún llegaba a tiempo.

-Si no quieres decir nada más no estaría mal que me dejes ir ya.- La mujer frente a mi volvió a dirigirme la mirada y una sonrisilla que me heló la sangre atravesó sus labios.

-No te favorece esa peluca.- Alerta de problemas.- ¿Sabes? Nunca he entendido porque tanto afán por aquel deporte, lo que queda claro es que estás dispuesta a mucho por practicarlo, ¿en serio crees poder triunfar teniendo aquella altura y con chicos como compañeros?.- Se burló.

-Mientras sean verdaderos compañeros no importa si son chicos o no.- Discutí.- Solo te pido que no te metas en esto.

-¿Qué harás cuando descubran que eres una niña? No puedes ocultarlo por siempre.

-Llegado el momento yo misma se los revelaré.- Afirmé con determinación, aquella respuesta sorprendió un poco a mi madre.

-Sabes que nunca podrás ser como tu hermano.- Escupió las palabras al igual que veneno.- Deberías rendirte, este es tu límite.

-Tienes razón, no puedo ser como nii-san.- Por un momento aquella mujer saboreó el éxito.- Yo seré mejor, y para ello debo llegar a ese partido ya sea con o sin tu consentimiento.

Maldita mujer, no podías creer como todo había cambiado en el rato que estuviste dentro de ese vehículo. Observaste tu reflejo en un estanque que se formó por la lluvia de estos días, tu ropa deportiva estaba intacta y cubría todo rastro de que en realidad seas una fémina, sin embargo tu largo cabello siendo ondeado por el viento te delataba. Cerraste los ojos suspirando con pesadez y recordando como acabaste así, a mitad de la carretera.

FlashBack

Sentiste un aroma a combustible y la camioneta se detuvo, cocluiste que se encontraban en una gasolinera. Eso te tranquilizó un poco, pues la más cercana estaba a pocas calles de tu original destino; el partido.