«𝐿𝑒𝑡𝑡𝑒𝑟𝑠 𝑡𝑜 𝑡ℎ𝑒 𝑑𝑒𝑎𝑑» ♥︎𝖢𝗁𝖺𝖾𝗅𝗂𝗌𝖺 ♥︎

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𝓡𝓸𝓼𝓮 𝓾𝓷𝓷𝓲𝓮

Tal vez pasaron días en los cuales yo me encerraba en mi cuarto llorando, dure esos días no hacía todas mis comidas, el insomnio, el que ha veces me despertará solo para ir al baño a vomitar todo. Claro solo era bilis, que más podría eliminar mi cuerpo sino comía nada.

Pero habían personas que estaban tratando de ayudarme, mi madre cada día entraba y me dejaba fruta y uno que otro licuado, algo demasiado ligero. Después se sentaba a mi lado y sobaba mi espalda, también me dejaba pastillas para poder dormir.

Jimin también entraba y me cantaba, eran por las noches ya que su familia se había ido de viaje, él sabía que las puertas de mi casa siempre estaban abiertas para el, siempre entraba y cantaba las canciones más hermosas pero no se comparaban con tu voz.

A veces el se quedaba a dormir conmigo, porqué siempre sentía sola.

Cuando el se iba otra vez me quedaba sola y no hacía nada más que quedarme en un punto fijo hasta volver a caer en el sueño. Uno en donde tu salías, en donde éramos felices, en donde tu seguías a mi lado, para después despertar y llorar. Llegó un tiempo en el cual llorar ya no era mi mayor solución, ya no lo hacía.

Tal ves fueron meses en los cuales me cerraba en mi cuarto y lloraba, así era cada día. Hasta que simplemente mi cuerpo dejo de hacerlo, solo me quedaba mirando a la nada, escuchando música.

Simplemente parecía que mi cuerpo de un día a otro ya no estuviera, como si mi alma se hubiera ido y solo quedaba un cuerpo inerte.

Jimin ese día llegó y me abrazó fuerte y después de mucho tiempo respondí a su abrazó, no lloré.

Jimin hizo que yo bajara a la sala, me sentó en el sofá color café y me dijo que esperara, mi madre ese día no iba a llegar a casa ya que se había ido de viaje por algunos días.

—Elige una película en lo que yo llegó—Así lo hice, me pare y puse una de comedia, quería reír y que mejor que poner Scary Movie 5.

El llegó con un bowl de palomitas, tazones de dulces—demasiados—que eran de mi gusto, refrescos y dos malteadas de fresa nuestros favoritos.

Ese día reí fuertemente por las estupideces de la película, reí de verdad, reí por un película, además de que Jimin con sus caras graciosas me hizo reír, no me forcé a hacerlo, fui feliz durante un rato con Jimin. El me dijo que después traería a Yoongi para que los tres tengamos una pijamada.

Enserio Jimin y sus locuras.