Cap. 6 Una buena mala Noticia

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El mes de marzo nunca le emocionó y mucho menos su decimo día. En su opinión dicha número estaba sobrevalorado. Prefería el uno y el cero por separado. Que equivocado estuvo toda su vida. Incluso estaba pensando en volverse fan de "Ben 10". Sí señor, Gabriel Cross era un hombre nuevo. Si continuaba jugando basquetbol con total seguridad, pedirá el número diez para su uniforme. ¿Por qué nuca se dio cuenta?

Pasaron por Sam y Elena. Llegaron al lugar concordado para celebrar el cumpleaños del chico de los hoyuelos. Estaba un poco impaciente, desde que tuvo su encuentro en la mañana con Lucas algo le inquietaba. El sitio de reunión era un pequeño bar. Su pequeña popularidad era debido a su ameno ambiente despreocupado, informal y simple. Contaba con un variado menú para todos los gustos a un precio justo. Era un sitio para ir a escuchar música en vivo, ir por unos tragos con amigos o participar en las noches de karaokes, cómo era el caso esa noche.

El bar estaba decorado rústicamente. Un pequeño escenario se ubicaba estratégicamente en una de las esquinas del salón, cualquier persona sentado en una mesa podía observarlo sin problemas. Las luces eran suaves, de un tono cálido y hogareño. Las mesas y sillas eran de una espléndida madera, que a pesar de los años lucían impecables teniendo ese pequeño toque vintage.

Al entrar, sus oídos fueron invadidos por suaves aplausos que eran recibidos por una señorita que bajaba del escenario con una sonrisa de satisfacción, terminando su interpretación. Se dirigieron a una mesa vacía con los suficientes lugares para todos, eran siete personas, faltaban tres, el cumpleañero, Génesis y Saúl. Este último les informó hace unos minutos por mensaje que pronto llegaban.

—Y seguimos con nuestra noche de karaoke ¿Alguien con deseos de deleitarnos con su bella voz? Si son tímidos pueden pasar en pareja. —informaba el encargado de sonido a un lado del escenario.

Una pequeña mano al lado de Gabriel se alzaba con gran decisión. Todos en la mesa palidecieron. El gran huracán "Samara" se aproximaba. Todos sabían que al menos uno de ellos sería arrastrado al centro de dicha catástrofe.

— ¡Oh si babi! –expresó con gran emoción la pequeña castaña, al tiempo que varios reflectores se enfocaban en ella. —Necesito a un chico, la canción es un dúo. –pidió o mejor dicho, ordenó firme.

Un gran suspiro fue liberado por Elena, susurrando un pequeño "Suerte , chicos". Felipe parecía una estatua humana, silencioso y sin una pisca de movimiento. Y luego estaba Gabriel que descaradamente la ignoraba moviendo sus dedos al ritmo de la canción de fondo.

— ¡Oh vamos! Incluso practiqué en el camino — informó con drama innecesario.

¿Qué si práctico? Bueno, para Gabriel fue más un genocidio. Fue testigo como la castaña destruía cada canción de "The killers". Y él fue cómplice, todo paso en el auto de su padre, era su disco. Él no era más que un sucio y miserable secuaz. Tendrá que pasar algunos meses antes de volver a escuchar el disco sin llorar.

— ¡Perdón por tardar! — Apenado se disculpaba Saúl a paso apresurado. —Lucas fue a estacionar el carro. Y Génesis tiene un pequeño contratiempo. –Dijo restándole importancia mientras buscaba un asiento.

—Llegaste en el momento perfecto. —Señaló Felipe mientras con un movimiento de cabeza llamaba la atención de Sam. El mensaje fue Claro. En un abrir y cerrar de ojos, ambos estaban en el escenario. Samara sonreía saludando al público y Saúl juraba que hace unos momentos estaba a punto de sentarse.

—Nuestra primera pareja de tortolitos de la noche —señaló alegremente el conductor de la actividad. Sam frunció el ceño, mientras Saúl sonreía divertido por dichas palabras.

—Al grano hermano. Pon Monster de Eminem— Ordeno cortante Sam, tomando uno de los micrófonos. El sujeto levantó una ceja, decidiendo mejor buscar lo antes posible la canción. –Ni te ilusiones... Yo haré la parte de Rihanna— Le Susurro rápidamente a Saúl.

De Triangulos a CuadradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora