De Triangulos a Cuadrados

Capítulo 9 Confesiones

Esperaba más del viaje, talvez si cierto surfista no hubiese estado entre ceja y ceja de Lucas hubiese sido muchísimo, por diferencia, mejor. Pero no por eso estuvo mal. De hecho, se divirtió, conoció una ciudad nueva, comió banderillas de pescado, hablo durante todo el regreso con Lucas y se enteró de su bisexualidad, no estaba muy seguro si era bisexualidad o pansexualidad.

Ahora solo debía engatusarlo, embarazarlo y obligarlo a casarse... quizás debía pensar en otro plan. Las parejas heteras lo tenían demasiado fácil. Pero siempre hay que ver el lado positivo. Será una relación genuina y no por compromiso.

Ahora, con más confianza, empezó a tomar un poco más la iniciativa. Sutilmente, se rozaba con Lucas, trataba de hablar más seguido con él, tanto en persona como por chat. Y cuando Lucas se daba cuenta de que lo observaba en vez de disimular que no era él, optaba por sonreír. Lo que daba buen resultado, ya que Lucas le regresaba la sonrisa.

Además, el triángulo que fue expandido a cuadrado, según Gabriel, se había disuelto. Por un lado, estaba la fea ex de Lucas con «Gruñidos». Sí, Gabriel bautizo a ese sujeto como Gruñidos. Y luego estaban ellos, ahora mismo eran dos puntos separados que poco a poco se unirían. También pueden ser un círculo, donde Lucas era el centro y él giraba a su alrededor acortando lentamente la distancia. El rubio mejor se quedaría con la analogía del círculo, le parecía más romántica.

Tenía un buen descanso entre clases, aprovecharía la ocasión para estar con Lucas, y el resto del grupo por su puesto. Las mesas fuera de la biblioteca se habían convertido en su punto de reunión. Con algo de suerte, sus descansos coincidían con los de Lucas.

Casi todos se encontraban ahí. A excepción de Felipe y Elena, seguramente fueron a la cafetería. Lucas también brillaba por su ausencia, pero sus cosas estaban en uno de los puestos de la mesa. Samara estaba terminando una tarea, pero Gabriel sustituiría el verbo terminar por copiar, claramente esos eran los ejercicios resueltos de Elena. Génesis y Saúl se limitaban a ver sus respectivos celulares, acto que empezó a imitar.

Su Facebook estaba minado de publicaciones de su madre sobre las propiedades beneficiosas de la piña. La semana pasada era sobre el aloe vera y la semana antes que esa, fue el turno de la coliflor.

Aún no tenía a Lucas entre sus amigos, este había dicho que regresaría a la red social luego de la temporada de películas. Si de algo estaba seguro era que su Lucas se tomaba muy en serio todo lo relacionado con comics. Aún tenían una salida al cine pendiente, no lo había olvidado. Observó a Elena, la cual regresaba sin compañía.

«¿A dónde fue Felipe?» se preguntó Gabriel.

—Felipe me dijo que te enviaría un mensaje. —le informó Elena mientras se sentaba junto a Samara entregándole algunos dulces.

Era cierto, el rubio tenía un nuevo mensaje de su mejor amigo.

«Mensaje nuevo Felipe:

Deberías venir, vi a Lucas siendo perseguido por el sujeto que ahora sale con su exnovia.

Los estoy siguiendo, están cerca del edificio de arquitectura.»

— ¿No vieron de casualidad a Lucas? —Indagó Saúl dirigiéndose a Elena, esta simplemente negó con un movimiento de cabeza. —Ir por un café no se lleva más de quince minutos. —Soltó un poco extrañado.

—Sé dónde está. —Comentó Gabriel empezando a caminar, a lo cual Saúl empezó a seguirlo. Y como indicó Felipe, Lucas estaba con Gruñidos en un pequeño jardín a un lado del edificio de arquitectura. Lucas era alguien que no escondía su desagrado hacia las personas que no le agradaban, se notaba en su rostro. Y Gabriel estaba seguro de que en sus ojos se podía observar las mismísimas llamas del infierno. Gruñidos hablaba a una velocidad sorprendente ¿Quizás está rezando para que Lucas no usara la cabeza de Gruñidos como pelota de futbol? En verdad el tipo se miraba bastante preocupado como si él fuera el acosado. Pero hasta donde entendía el que busco el enfrentamiento fue él y no Lucas.