— ¿Sabes? Me alegro, y mucho — informó Felipe, caminando junto a Gabriel. Ambos se dirigían al edificio de la facultad de ingeniería, listos para la siguiente clase. —Pero, puedes dejar de ver tu celular con esa cara de idiota, ya tienes su número. La única forma de perderlo es que alguien lo borre, y ahora mismo es muy probable que esa persona sea yo.
El rubio se detuvo en seco mientras levantaba una de sus cejas, desviando su atención por primera vez en todo el camino.
—Primero te arranco las manos.— declaró.
—Aún no me la creo. El casanova de Gabriel Cross pidiendo números. – Comentó en tono burlón Felipe, retomando su camino hacia el edificio.
— ¡Espera! — Retuvo a Felipe de un brazo —Necesito tu opinión, es importante. – Declaró solemnemente Gabriel.
—Te escucho—Informó Felipe, contagiándose de la seriedad, dispuesto a escucharlo.
—Cuando Lucas grabo su número, en el nombre colocó un emoticón. — Gabriel le mostró la pantalla con el contacto del azabache.
—Lucas Lain— Susurro, su amigo mientras observaba al final una carita con lentes oscuros. 😎 — Si una carita cool. ¿A qué viene eso? – Sin entender preguntaba Felipe.
—Yo también grabé mi número en su celular. — Comunicó mientras se llevaba su dedo pulgar a rozar sus labios. — No le puse emoticón. Creo que pensará que soy un aburrido. ¿Qué opinas? Sé serio, por favor— pidio empezando a mordisquear su dedo.
—Bueno, ahora mismo opino que eres un idiota. – Declaró irritado, mientras retomaba nuevamente el paso, ignorando las quejas del rubio. Gabriel persiguió al castaño disgustado por su comentario. Abruptamente, Felipe detuvo su paso, haciendo que Gabriel chocara con su espalda.
—Mira disimuladamente hacia la entrada del edificio— susurró el castaño lo suficientemente alto para que Gabriel escuchara.
A un lado de la entrada de este se encontraba una pareja. Se trataba de Lucas y la Fea muy fea novia de este. Ambos discutían mientras la chica cruzaba los brazos con una expresión desafiante. Lucas se limitó a fruncir el ceño mientras dejaba escapar un largo suspiro.
— ¡haz lo que quieras! Adiós cariño— Finalizó la conversación el chico de los hoyuelos mientras entraba al edificio a toda prisa.
—Con que cariño...— Gabriel suspiro mientras observaba de reojo a la novia de Lucas.
—Fue un cariño lleno de cinismo Gaby. – Aclaro el castaño tratando de consolarlo mientras entraba al edificio.
Observó una vez más a la novia del moreno. Esta tenía su mirada fija en una de las ventanas del edificio. Gabriel notó un rostro familiar que sonreía con agrado a causa de la reciente escena detrás del vidrio. Si su memoria no le falla, era el chico con complejo de perro que con malicia empujó a Lucas el día de la fiesta. Después de eso no recordaba mucho, beber más de cuatro vasos de la bebida rosa, con su casi nula experiencia no fue la mejor idea. Bueno, quizás fueron unas cuantas más.
El rubio empezó a caminar. No quería ser atrapado infraganti observando un asunto que cualquiera diría que no era de su incumbencia. Al empezar a subir las escaleras para llegar al piso correspondiente al salón de su próxima clase, notó como alguien venía en sentido contrario. Se trataba del chico castaño que gruñía cómo perro, que hace unos momentos observó a Lucas y a su acompañante. Este se dirigía claramente a encontrarse con la chica.
¿Estaba enfrente de una infidelidad? No es que le alegre ver sufrir a su lindo chico de los hoyuelos. Pero puede tener una pequeña oportunidad. ¿Estaba pidiendo mucho? ¿Era conveniente intentar alguna jugada? Y lo más importante, ¿Lucas intentaría algo con alguien de su mismo sexo?
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De Triangulos a Cuadrados
RomanceCallado, inexpresivo, impulsivo e inseguro. Luego de una bienvenida a la universidad nada normal, el tranquilo mundo de Gabriel será movido. Un triángulo amoroso que pronto explotara y puede que más de uno salga herido. Pero Gabriel hará todo lo po...