Aunque sea difícil de aceptar, esa charla con Tomás había sido necesaria. Incluso apostaría que le trajo más beneficios a él, que al trigueño. Hablar sobre el pasado e incluso pensar nuevamente en su ruptura más reciente, le aclararon varias cosas. Con lo que respecta a Romelia, lo único reprochable es lo cruel que fue. Con un simple "quiero terminar" o algo más directo como "conocí a alguien más" era más que suficiente. Al menos Lucas creía que su relación merecía un mejor final.
Aún opinaba que Tomás seguía siendo un idiota, pero la vulnerabilidad y sinceridad que demostró fueron suficiente para un perdón genuino. Casi era para reírse lo simple que lo hubiese tenido Tomás, si quería tener algo con él. Pero ahora, algo hacía la diferencia, alguien lo había ayudado a dejar de sentirse miserable y reemplazable al ser engañado por Romelia, después de cuatro años juntos y casi diez de conocerse. ¿Era tan desechable? ¿Se lo merecía? ¿Qué había hecho mal? Preguntas y más preguntas llegaban los primeros días como grandes olas golpeando constantemente una roca.
Pero esas preguntas fueron abatidas y sustituidas por unas simples preguntas ¿Quién se pensaban que eran para hacerlo sentir así? Y más importante, ¿por qué habrían de intentar tomarlo por tonto? Si incluso un chico tan genial como Gabriel podía gustar de él, algo bueno debía de tener. Ese torpe y lindo huracán rubio que sin darse cuenta lo mirada con esos ojos llenos de expectativa y deseo. A veces reflexionaba ¿Qué era eso tan maravilloso que Gabriel veía en él? Opinaba que el rubio lo sobrevaloraba, llego a suponer que se le pasaría. Para su fortuna se equivocó. Era enternecedor ver como Gabriel le sonreía con un pequeño sonrojo al ser atrapado observándolo, los roces «casuales» y el esfuerzo que hacía por iniciar una conversación tanto en persona como por mensaje.
Sin darse cuenta en sus pensamientos era más y más frecuente su estadía. Le dio un poco de miedo al principio. Gabriel no se merecía salir herido en todo esto, incluso había pensado en rechazarlo. Si aceptaba salir con él para luego terminar, perdería su amistad. Y si lo rechazaba, era muy probable que de igual forma su amistad terminaría. ¿Por qué no arriesgarse? Puede que Gabriel haya llegado en ese momento por una razón y quería dejarse llevar, hace tiempo no sentía ese hormigueo y todo lo que conlleva el enamorarse nuevamente. Ese sentimiento de dejarse caer por el vacío sin hacer nada para evitar la caída y ya no tenía razón para parar.
— ¿Y mi rubiecito? —preguntó acercándose a la alberca, incorporándose al grupo.
— ¿No estaba contigo? —indagó preocupado Felipe, alejándolo del grupo —. Dijo que iba a esperarte hasta que terminaras de hablar con Tomás.
—Creo que malentendió un par de cosa —comentó Lucas alborotando su cabello mientras el castaño intentaba comunicarse con Gabriel.
—No contesta. No puede escuchar la llamada, siempre contesta incluso borracho. No debe escuchar su celular, aún debe estar en la fiesta —informó Felipe mientras le mandaba algunos mensajes.
—Si lo encuentras o regresa, me avisas —dijo Lucas saliendo disparado hacia adentro del domicilio, esperando encontrarlo pronto.
Era como buscar una aguja en un pajar. Con el paso del tiempo la fiesta cada vez se llenaba más y más de universitarios. A donde quiera que miraba solo observaba a chicos, bebiendo, bailando y en el mejor de los casos rozándose un poco. Se rindió con la primera planta dirigiéndose escaleras arriba. Reviso una vez más su celular sin novedad alguna. Avanzo por el último pasillo. Al final visualizo a un grupo de chicos sentados mientras una botella giraba en medio de todos. En los alrededores observo una hielera llena de latas de cerveza sin contar las latas esparcidas por el suelo totalmente vacías.
—Es tu turno Gabriel —le informó un sujeto sentado frente al rubio, observando como la boca de la botella señalaba a Gabriel. Este tenía las mejillas sonrojadas abriendo una nueva cerveza sin prestar la más mínima atención al juego. —Entrarás al armario con...— anunciaba mientras empezaba girar nuevamente la botella.
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De Triangulos a Cuadrados
RomanceCallado, inexpresivo, impulsivo e inseguro. Luego de una bienvenida a la universidad nada normal, el tranquilo mundo de Gabriel será movido. Un triángulo amoroso que pronto explotara y puede que más de uno salga herido. Pero Gabriel hará todo lo po...