Azúcar!: La mente de Clara

Capítulo 4: El comienzo de una escritora

Clara

En las historias siempre empiezan con "Había una vez...." y en el final "Y terminan felices para siempre", si algo he podido diferenciar entre las historias y la vida real es que, una es más triste que la otra, en el mundo real nunca hay un final feliz, si lo ves bien, eso no existe más que en las historias ficticias.

Yo tuve que aprenderlo de la manera más cruel, pero no era mi momento de recordarlo, si lo hacía me pondría sentimental y tendría ganas de vomitar, el vomitar si sientes mucho sentimiento no es normal, eso es lo que me dijo mi madre, mi hermana es mayor que yo solo por 6 años, está en su universidad y también con su enamorado, si algo he aprendido de las relaciones amorosas, es que son toscas, no puedes tener libertad, tienes que estar con la persona que amas tienes que humillarte a ti misma para estar con esa persona, y si terminas con él, lloras por el creyendo que él es el único del mundo y que no merecías perderlo, bueno es lo que pienso yo, no sé cómo se lo van a tomar las demás chicas.

Pero viéndolo ahora, mi vida era tranquila hasta los sucesos recientes que paso esta semana; ver a 2 chicos besarse, después a 2 chicas besarse, tener un intento de soborno con comida, acosándome a donde yo iba y por último ver a una alumna besándose con el profesor de Historia.

Okay, alguien me puede decir que demonios le pasa al universo, el universo tal parece que quiere que yo tenga amigos.

No universo, me niego a tener amigos, yo solita estoy bien, solititita estoy mejor.

- Oye estúpida....- Damas y caballeros mi hermana Melania.

- Que quieres gordis....- Aquí mis queridos compañeros se muestra el hermoso afecto a tu hermana en un nivel superior a otros.

- La gordis eres tu.- Li guirdis iris ti, al menos no como todo lo que encuentro, espera, creo que sí.

- Ve a comprar lo que mama te va a mandar, en esta casa no se acepta flojas....

- Tú también eres una floja....

- Una floja de las finas.... - Ni las fina te va a ganar.

Lo que podía esperar es que un unicornio se apareciera y le mandara a volar a mi hermana, pero viendo lo que es el mundo real, eso solo se reflejara en mi mente. Las hermanas nos apoyamos y no odiamos, es un afecto un tanto confuso, pero así somos las hermanas, un día nos arrancamos los cabellos y para el otro nos tratamos con un cariño que ni los hijos únicos saben de ese afecto.

Viendo que mi hermana se retiró de mi habitación, ahogue un grito interno para salir de la casa con las lista de cosas que tengo que comprar.

No se supone que la hermana mayor debe salir a comprar, señores para una madre le vale si sus hijos descansan, lo único que quieren es matarnos los pies con cariño.

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Las tiendas de convivencia siempre tienden a tener filas largas, y era una suerte de que era feriado.

Creo que mi sarcasmo es un asco.

Ya solo me faltaba 2 cosas para ir a la caja registradora para pagar e irme del lugar para estar en mi adorada cama, pero no hacía falta los encuentros casuales, por suerte no era Sally ni Aaron, solo era Ina con una cara de molesta, no me quejaba la ropa que traía era un vestido floreado muy para las afeminadas, y no hacia falta de que su busto se notase muy coqueto.

- Deja de poner esa cara, eres una señorita y debes vestir tal cual....- La mujer que la acompañaba rondaba por los 50, por la forma que le hablaba debe ser su madre.