Clara
Como su fuese algo constante, en la hora de salida nos despedimos de Sally deseándole fuerza a Ina, por nuestra parte Aaron y yo fuimos al lugar donde yo quería ir, pero se me hace algo muy curioso el hecho de que Aaron no sabe manejar una bicicleta.
¿Qué clase de persona le tiene miedo a montar una?
En mis tiempos de niña mimada aprendí a manejar bicicleta aun cuando me caía y tenía raspones en mis rodillas. Y este chico por miedo a montar una bicicleta sujetaba de mí con tanta fuerza que creo que me toco uno de mis senos ¿Y este me dice que no tengo nada en el pecho?
Pues claro, como está rodeado de compañeras tetudas - Sally los tienes ni tan grandes ni pequeños - no está acostumbrado a ver una plana. ¡Juro que de ahora en adelante será el día de las planas! ¡Alaben a las planas p*rras!
-Ya llegamos ¡SUELTAME!- apenas le grite, este salto como un gato asustadizo a la acera.
Juro que siento vergüenza ajena.
-¡POR FIN! dulce libertad- repetía como 5 veces lo dicho mientras besaba la acera.
-¿Con esa boca besas a tu madre?- sentía el asco en mi máxima plenitud.
-¿Y con esa la mía?- esa voz.
Los 2 miramos a la persona que teníamos en frente de nosotros, sonreí al ver que mi sorpresa había llegado, y si, era Zack.
-Hola Zack.- saludo Aaron.
-Hola Aaron.- y este lo saludo.
Debo admitir que la vista era muy romántica, me ahogue un grito de loca fanática y deje a ese par de tortolos solos. Entre al cementerio - sí, ese era el lugar que tenía que ir - con cuidado de que el rechinar de la puerta - que parece de pura antigüedad - no arruinara ese momento.
Una vez entre camine manteniendo mi tranquilidad - o intentándolo para llegar a una parte crucial que pondría fin - tal vez - a mis demonios y a mis estupideces - estupideces no, pero por lo menos intentaría cambiar un poco de mi -.
-Hola Kriss.- ya cuando estuve en frente de Kriss no pude evitar sentir miedo de lo que ella podría pensar de mí desde el más halla.
Pero mejo seria evitar pensar en ello si no quiero tener contacto con una Ouija y que el demonio se me meta para que me contraten un sacerdote y me hagan un exorcismo como la película "El exorcista".
-Te quiero contar muchas cosas -di una larga pausa agitando mi mano como si tuviera calor cuando en realidad no lo tenía- para comenzar me gustaría que me perdonaras por las cosas malas que he hecho ante tu ausencia, viví con el miedo de ver a un amigo siendo lastimado o pasando una situación similar a la tuya por que no quería pasar lo mismo cuando te fuiste de aquí. Pero ya con los ojos abiertos me di cuenta de que era una estupidez mía intentar olvidar algo para continuar con tu propia vida, de que sirve enfrentar la vida si no enfrentas primero los problemas internos, eso también me lo dijo mi madre. Y en verdad creo que me tengo que disculpar contigo por no abrir la puerta, de seguro no me quieres escuchar pero me he echado tantas veces la culpa que creo que ya tengo suficiente con muchas cosas, pero Kriss tengo que admitir mi responsabilidad y te pido que me perdones por favor.
Entonces una ráfaga de viento apareció, no era fuerte, era suave, y con ese viento sentí que ese peso que tenía en mis hombros se libró como si nunca más se volviera a aparecer.
Al tocar mi cara con ambas manos note que estaba húmeda por mis lágrimas, con ello no pude evitar sonreír aún más, lo más loco que hice fue dar un giro completo, saltar y después bailar, no sé qué estaba haciendo debo parecer una demente porque prácticamente estoy haciendo el ridículo enfrente de Kriss - que me debe ver desde el cielo -. Ya cuando me detuve escuche unas risas que venían de unas personitas.
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Azúcar!: La mente de Clara
Ficção AdolescenteClara no es como las demás chicas, ella es... diferente... Es despreocupada, tranquila, insensible, amargada, preocupada pero lo niega, fácil de distraer, seria pero cuando esta sola y con un gran corazón. Pero sobre todo siempre esta en su mente im...