Abriendo una puerta.

2.4K 238 50
                                    

El cambio fue notorio desde que Bakugo dejó de llamarla por aquel apodo tan extraño, es decir, había notado que llamaba a todos por lo que más resaltaba de ellos, pero, ¿Por qué cara de ángel? Era tan raro, sentía que debía haber malicia en sus palabras, pero, por alguna razón, cada vez que escuchaba su apodo, y a pesar que fruncía ligeramente el ceño, no podía evitar sonreír por dentro ya que el gran idiota egocéntrico era el primero en dar el pie en una conversación hacía su persona, y aunque eran realmente triviales, no podía evitar sentirse un poquito superior ante ello, le gustaba molestar a Bakugo, le gustaba hacerlo enojar porque sabía que a pesar de sus amenazas verbales el chico jamás le había tocado un pelo a diferencia del suicida del grupo, eso, de una u otra forma, hizo que Uraraka se diera cuenta que se había ganado un lugarcito pequeño dentro del corazón de Katsuki, quizás no mas grande que el perro que vio esa tarde, pero que era continuo y parecía crecer más y más.

Bakugo también era consciente de ello, como, a pesar de ser ella sumamente molesta no podía evitar hablarle de cualquier tema tonto, ya sea de que el profesor le había dicho algo, o que Deku la buscaba, o que su colonia apestaba a pesar que sabía que ella no la usaba, o que tenía un cabello desordenado y él amablemente le arreglaba el cabello de manera brusca para dejarlo peor para luego reír mientras se iba, sí,  Bakugo era consciente, pero,  no sabía de qué exactamente lo era.

ー¡Kacchan!ー

El tan afamado llamado del ave masoquista en busca de un nuevo castigo le llamó la atención, haciendo que despegara la mirada de la nuca de la urraca para mirar al ahora emocionado por alguna estupidez Midoriya Izuku,  o Deku para los conocidos.

ー¿Qué mierda quieres?ー

Bakugo, como siempre amable rodó los ojos nuevamente al mirar ahora hacía la ventana, notando como al chica ya no estaba... Por descarte mejor miraba al idiota para así poder silenciar su voz chillona de sus oídos y solo leer sus labios.

ーEs que mi mamá me dio unos cupones para una pastelería y me preguntaba sí ---- ー

ーNoー

En el rostro de Deku se pudo notar la decepción, ni siquiera le había dejado terminar la frase, obviamente se iba a sentir mal, sobretodo porque sabía que a Bakugo en realidad sí le gustaban los dulces, sólo quería volver a tener esa relación de amistad que tenían en su infancia, había notado el cambio en Bakugo, quería intentarlo, pero al parecer no había posibilidad.

ー¡Oh! ¿Una pastelería? ¿Sí Bakugo-kun no quiere ir puedo ir yo? ¡Me gustan mucho los postres! ー

La metiche no pudo quedarse fuera al ver la cara que ponía Deku al ser rechazado de manera tan tajante, le dolía el alma verlo, le daban ganas de protegerlo, de arroparlo y darle chocolate tibio con malvavisco.

ー¡Uraraka-san! ー

Cómo siempre el idiota de Deku parecía exaltarse al estar cerca de la niñita, cosa que por algún motivo irritaba demasiado a Bakugo, se veía a leguas que ambos se gustaban mutuamente, ¿Para qué mierda andaban por allí fingiendo no saberlo? Le irritaba demasiado.

ーA-Ah,  claro, ¿Quieres ir con alguien en especial?ー

Deku,  tan idiota como siempre creyó que ella le pedía ambos cupones, no que ella quería ir con él. En el rostro de Uraraka se pudo notar la decepción al darse cuenta que por la cabeza de Midoriya salir con ella no era una opción.

ーOi' ー

Interrumpió Bakugo, demasiado molesto de estar en medio de esa mierda.

ーVayan a hablar de esa mierda lejos de mi ーGolpeó la mesa antes de ponerse en pie, ya demasiado irritado por eso ー Vayan y coman mucha mierda, ya que ya están demasiado gordos para preocuparse por una dieta ー

La sonrisa de medio lado de Bakugo logró hacer sonrojar a los dos chicos, uno por vergüenza y la otra por una mezcla de esa última y una molesta ligera en su estómago por verlo sonreír, ¿Es que no sabía hacerlo de otra forma? Por dios...

ーAh... parece que se enojó ー

Deku como siempre diciendo lo obvio Interrumpió el silencio que se había involucrado entre los dos al ver salir al rubio, como siempre haciendo mucha gala de su presencia.

ーHnm,  ¿Deku-kun?...¿No quieres que vayamos juntos a comer pasteles? ー

Nerviosa, jugando con sus dedos por sobre su falda, Uraraka intentó lanzar una recta, no podía irse por las curvas con Deku, Bakugo se lo había dicho de manera indirecta, ¿O es que solo imaginó que él la estaba ayudando?, quizás fue su imaginación que vio al otro lado de la puerta un pequeño mechón del cabello rubio tan característico del rubio, como si estuviera esperando su actuar.

ー¡Claro! ー

Oh, acababa de concentrar una cita, entonces, ¿Por qué se sentía tan vacía?.


El poder de dar fin. 『Kacchako』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora