Sigo aquí

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No respondas que sí porque sí
Y qué, qué podrías tú decir
Si yo no te voy a oír
No me entiendes
Y nunca seré lo que esperas de mi.

No sólo Bakugo y Uraraka se habían vuelto cercanos,  dentro de la campaña de "un amigo para Blasty", Todoroki y el mismo Deku se habían visto afectados,  uno positivamente y otro de manera negativa.  Todoroki había aprendido a hablar con Bakugo sin explosiones y malas palabras de por medio, y Deku, pues bueno, ahora tenía mejores reflejos.

Bakugo odiaba con toda su alma a Midoriya, se lo había dicho, se lo había gritado, incluso había llegado al punto de decirle que ojalá algún villano lo matara por fin. Nadie entendía esa actitud que había tomado Bakugo, era casi imposible de entenderla, sólo despertó un día y de pronto ya lo odiaba, incluso había hecho llorar a Deku y al final sólo se había quedando observando con lástima.  La misma Uraraka se vio presente en varias de esas ocaciones, sintiendo miedo del nuevo amigo que había creado.

Bueno, si ese amigo no fuera tan adorable a la hora de dormir ya hace mucho que le había mandando a la mierda. Pero Bakugo se había convertido en su paz, era a él a quién acudía cuando algo la tenía frustrada y no encontraba qué hacer, porque Bakugo la dejaba entrar y usar su espalda para desahogarse,  a veces ni siquiera tomaba en cuenta de ella pero le dejaba ingresar a su cama para que durmiera allí esa noche,  seguramente después de una pesadilla,  Bakugo era amable, demasiado amable, no entendía porqué seguía siendo tan malo con Deku si con ella era tan amable.

一¿Bakugo-kun? 一

Quedito, bajito, como si temiera romper la comodidad que rondaba su alrededor Uraraka había pronunciado su nombre. Bakugo le daba la espalda pero sabía que se encontraba despierto, ella le había pedido que le dejara descansar allí porque Mina estaba demasiado insistente con que no estaba bien algo que ni siquiera quiso escuchar.

一¿Qué mierda quieres? 一

Y cómo lo supuso el chico no dormía,  seguramente estaba descansando pero eso no importaba ahora; estaba decidida, no daría su brazo a torcer ahora.

一¿Por qué eres así con Deku-kun? ¿Por qué lo odias tanto? 一

Uraraka pudo asegurar que algo tomó posesión de Bakugo apenas nombró a Deku, porque claramente el aire se volvió más frío.

一¿AH? ¿Por qué tendría qué odiar a Deku? 一

Uraraka creyó que algo lindo saldría de los labios de Bakugo en ese momento.

一No lo odio, no puedo odiar algo que ni siquiera tiene un nivel de existencia que yo pueda notar, es como una hormiga,  o quizás menos  él es el que tiene que luchar para que yo no lo asesine 一

一¡Bakugo-kun! Deku-kun es mi amigo 一

一¿Y? Es a mi a quién le vienes a lloriquear cada vez que algo malo te pasa 一

一No lloriqueo 一Uraraka se sentó en la cama, pero Bakugo ni se inmutó.

一¿Debería entonces llamar a la pantera rosa? 一

一Ah, vale, no, pero ese no es el asunto. No me gusta como tratas a Deku-kun 一.

Silencio. Demasiado silencio.

一Cómo sí me importara una mierda lo que tu quieres 一

Uraraka sabía que Bakugo no se dejaba guiar de esa forma por otros, pero conocía su lado amable, no quería creer que esas palabras eran reales.

Y aunque no quiso, las lágrimas recorrieron por sus mejillas con frustración;  ¿Por qué los dos chicos que le agradaban no podían llevarse bien?.

Sollozó bajito, intentando que Bakugo no le escuchara, pero no pudo, los ojos de Bakugo la miraban directamente.

Ni uno de los dos dijo nada, pero Bakugo la había derribado para hacerla acurrucarse a su pecho, allí la sostuvo con fuerza, y aunque Uraraka luchó al final se dio por vencida y siguió sollozando en ese lugar hasta dormirse, sólo allí Bakugo la soltó y la dejó respirar, sintiéndose la peor basura del mundo.

Porque Bakugo era consciente,  fue consciente desde la primera vez que ella le sonrió por alguna tontería que le había causado gracia a la castaña, desde la primera vez que los ojos canela le observaban a él y a nadie mas; él quería a Uraraka, la quería sólo para él,  no quería que de los labios de ella saliera otro nombre que no fuera el suyo, no quería que sus lindos ojos observabaran a otra persona, no quería que sus dedos tocaran a otros, estuvo a punto de sacarle una vez los ojos cuando ella miraba demasiado a Deku, pero ese mismo Deku notó las ansias asesinas y se puso al frente para enfrentarlo;  quizás allí comenzó su deseo por hacerlo desaparecer,  porque Uraraka amaba a ese mal nacido, pero de la misma forma, si lo mataba Uraraka lo odiaría y era lo que quería evitar.

Y tu ves lo que ellos nunca ven
Te daría el cien por cien
Me conoces y ya no hay temor
Yo mostraría lo que soy
Sí tu vienes donde voy
No me alcanzan
Si eres mi amigo mejor

Bakugo quería protegerla,  proteger esa sonrisa, proteger esos lindos ojos llenos de vida; quería protegerla de malos recuerdos, quería ser quién aliviara sus lágrimas,  quería ser aquel que ella pensara en cada momento de infortunio,  que pensara en él cada vez que estuviera deprimida, porque él estaría allí,  sea como sea la cuidaría justo como en ese momento la cuidaba al arroparla con su ropa.

Le estaba dejando la cama, por su parte iría donde Kirishima para dormir, no podía dormir con ella, eran apenas algo parecido a los amigos,  no iba a ser un maldito degenerado, no porque quisiera tocarla, eso jamás,  no quería,  ni siquiera quería besarla; le daba asco o mejor dicho directamente no le interesaba,  tampoco pensaba en cosas referentes a su cuerpo, sólo la quería para él,  en alma, en cuerpo, pero en su voluntad, porque dentro de Bakugo no existía la posibilidad de obligarla y borrarle la linda sonrisa,  dentro de Bakugo sólo existía la posibilidad de ella sonriendo cómo siempre,  sólo que a su lado.

Que sabrán del mal y el bien
Yo no soy lo que ven
Todo un mundo durmiendo
Y yo sigo soñando por qué
Sus palabras susurran mentiras
Que nunca creeré
Y yo sólo quiero ser real
Y sentir el mundo igual
Que los otros, por ellos, por mí
Por qué yo tendría que cambiar
Nadie más lo va a intentar
Estoy sólo
Y sigo aquí

El poder de dar fin. 『Kacchako』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora