Secretos

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"Hazlo"

"¡No! No lo hagas"

"Eres un cobarde, débil,  alguien que no puede hacer nada, las palabras tienen peso, ¿No pensaste que algún día volverían a ti?"

"¡Es mentira! No lo  eres, no lo escuches,  no pierdas"

"¿Perder? Hace mucho que lo hiciste, desde que él nació"

"¡Son personas diferentes! No tienes por qué compararte"

"Pero lo haces, ¿No? Porque eres débil,  porque necesitas la aprobación de alguien más para vivir, necesitas que alguien note tu patética existencia, por eso gritas, por eso clamas, porque quieres que te miren, que vean que no eres patético,  ¡Pero lo eres! ¡Sumamente! ¡Inútil!  ¡Un pobre desgraciado! ¿Realmente creías que alguien podría sentir algo bueno hacía ti? ¿¡Realmente creiste que podrías sentir algo bueno hacía alguien!?, eres maldad, eres el desperdicio, la sobra, lo que nadie quiso y nadie querrá,  eres.."

¿Bakugo-kun? ー

Bakugo pareció salir de su trance de golpe, el toque cálido de la mano de la dulce castaña que le miraba con preocupación le hizo quemar la piel, sus pensamientos se cubrieron de una capa negra, tan negra como se estaba volviendo su alma.

"Patético"

"Lo eres"

"No lo mereces"

"Indigno"

"Desperdicio"

"Inhumano"

"Blasfemia"

"Hereje"

"Monstruo".

¿Bakugo-kun? ¿Qué pasa? ¿No te encuentras bien? ... respondeme por favor ー

Uraraka rogaba con su mirada que esos bellos ojos rojos le miraran nuevamente, desde ese tonto día Bakugo no le había dirigido la palabra y parecía que seguiría así,  pero no se daría por vencida, no cuando los ojos de Bakugo no parecían reflejar nada.

"Insecto"

"Bacteria" .

"Inmundicia"

"Contaminado".

ーBakugo-kun... de verdad, me estás asustando, respondeme por favor ー

Uraraka le tocó las mejillas, temiendo lo peor, temiendo un ataque de ira o repudio, pero no había nada, sólo los ojos de Bakugo mirándola ligeramente, cómo si realmente no estuvieran allí.

Pasaron unos cuantos segundos antes que pestañara y por fin pareciera que la veía,  porque frunció el ceño mientras se llevaba las manos a la cabeza.

ー¡Ya callence maldición! ー

Y se puso de pie, empujando a Uraraka totalmente descolocada, Bakugo parecía tambalearse al caminar, gruñiendo cosas que ella no entendió,  pero no esperó a entenderlas, sólo le siguió.  Era la primera vez que Bakugo hablaba en su presencia en días.

El poder de dar fin. 『Kacchako』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora