VII: Ella y Él

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«No te alcanzo… No te…» Desperté de un salto. Tomé una bocanada de aire. Estuve a punto de ahogarme en sueños. Soñé otra vez esa escena distante, aquella que dejó huella hasta en mi más profundo sueño. Pero es un sueño distorsionado. Adam emprende vuelo, pero me deja en medio del mar, es por eso que cada vez que despierto es como si me estuviera asfixiando. Supongo que de esa manera interpretó mi cuerpo su marcha.

Me pregunto, ¿en dónde estás, en qué piensas? ¿recuerdas tiempos en los que solíamos estar juntos, cuando todo era normal? Tener tantas preguntas sin respuestas, sólo logran hacer que me deprima más e interrumpo mis pensamientos diciéndome "pensar así no te llevará a ninguna parte y es probable que él no quiera recordar nada, por eso se fue”.

La verdad es que ya no me importa qué piense él realmente de mí, si está en sus planes alguna vez regresar o no. Después de verlo por última vez esa noche ya tan distante en la playa, he llegado a la conclusión de que hay mucho más detrás de su partida. Él no es un cobarde, ¿por qué huiría?

Muy dentro de mí tengo la certeza de que algo bastante grave ocurre, más allá de que él sea un demonio. Incluso más allá de que yo sea un ángel ahora. De lo contrario, ¿por qué tanta prisa?¿no sabía desde antes lo que soy?. Creo que no. Pero estábamos bien aún cuando él fuese un demonio. Me pregunto si estamos rodeados de ellos y jamás me enteré. Tal vez no se entrometen con los humanos comunes y corrientes. Adam se comportó casi como siempre estando con sus alas desplegadas, y estando frente a mí, con alas también. ¿No es ese el momento en el que demostramos nuestra real naturaleza? No lo vi perdiendo el control. O queriendo... matarme. No fue así. Pero él dijo que tenía miedo, de lo que él podría llegar a convertirse. ¿No es ya un demonio? ¿en qué se convertiría? ¿cómo, cuándo? Esa última vez que nos vimos me rogó que no lo olvidase, aunque sea una petición innecesaria, ya que es imposible. ¿Cómo podría olvidarlo? ¿por qué lo haría?

¿Será que él ya no podrá recordar nada, cuando sea lo que sea que le suceda, ocurra?

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Las ocho en punto.                                                                                                                                        

Tocó la campana. Entré al salón de clases. Lentamente, pasaba cada clase. Solía parecerme lento pero ahora es más de lo usual. ¿Por qué será? Todo sigue tan igual, pero a la vez tan diferente. Para mí todo cambió, pero el mundo sigue girando. La mentira de Adam, eso de que viajó a Inglaterra junto a su padre por negocios, ¿hasta cuándo durará?

Es increíble como para la gente pase inadvertida la ausencia de alguien. ¡Son tan egoístas!¿Alguna vez también fui así? Cuando me sentía completa. No tenía por qué preocuparme de los problemas de los demás. Yo sentía que ya tenía lo propio de qué preocuparme. Pero ya veo, es porque somos conformistas, caprichosos y sobre todo egoístas. Simples seres humanos.

—Tú eres mucho más que un simple humano querida, tenlo siempre en mente—Me volteé sorprendida. Otra vez esa voz.

—Lerathel por favor, si eres tú, ¿puedes dejar de esconderte de mí?—Rogué. Aproveché que estoy sola en el baño de mujeres para hablarle en voz alta.

—De acuerdo. También me aburrí de esconderme—Respondió con su risa melodiosa. Poco a poco, una pequeña luz dorada y brillante hizo su aparición en uno de los lavabos, y comenzó a crecer y crecer hasta que pude verla al fin.

—¡Lerathel!—Grité emocionada. Ella es tan hermosa. Destellos dorados la rodean, y su cabello largo y rizado que se mueve aún sin brisa.

—¡Cómo te extrañé!—me acerqué a ella con la intención de abrazarla, pero sólo logré llegar frente al lavabo, atravesándola.

La Decisión De Un Ángel© [[Actualiza lento]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora