La Decisión De Un Ángel© [[Actualiza lento]]

VIII: Verdades y más verdades

Pasaron los días y mi ánimo se ha puesto cada vez mejor. La compañía de Lerathel me reconforta más de lo que hubiera esperado. Aunque debo tener cuidado de no hablarle en voz alta cuando hay más gente, me vería bastante extraña. 

Las clases se pasaron más rápidas hoy. Decidí pasar el recreo junto a Isabella y Roy.

—No sabes cuánto me alegra que decidieras pasar tiempo con nosotros al fin, Alicia—Isabella me dedicó una cálida sonrisa.

—Estoy seguro de que has vuelto de lo aburrida que estabas sin nosotros—Roy me guiñó un ojo. Yo sonreí, por ambos comentarios.

—Tienes toda la razón Roy, era insoportable estar sin ustedes—Exageré. Ambos sonríen. De verdad extrañaba pasar tiempo con ellos. Fue una estupidez aislarme estos últimos días, debido a Adam. Ellos siempre saben cómo hacer del ambiente algo agradable y cálido. 

—Estoy muy feliz, Ally. La amistad es un don valiosísimo—Me susurró Letty.

Pasamos todos los recreos juntos, como antes. Pero hoy no he visto a Mitch por ninguna parte. Eso es muy raro, él tiene una asistencia perfecta. Tampoco he visto a Jaden, pero en su caso, no es ninguna novedad que se salte las clases.

 »

—¡Alice!—Oí a lo lejos, cuando iba camino al paradero que está a un paso de la salida del colegio. Ya son las 4 de la tarde.

Me volteé, encontrando a un apurado Mitch.

—Mitch… ¿por qué estás tan agitado? ¿qué pasa?—pregunté sorprendida; él está a punto de comenzar a sudar.

—Por fin te alcanzo, estuve tratando de hablarte durante todo el día pero estuve muy ocupado—se apoyó contra el banquito del paradero. Tiene una actitud tan extraña.

—Estoy aquí. Dime que te preocupa. 

—Escucha con atención, y por favor hazme caso; mañana no vengas al colegio. No vengas—dijo seriamente. 

—¿De qué hablas? Bromeas, ¿verdad? No es posible que me pidas tan seriamente algo así—me reí, pero él me miró indignado.

—¿De verdad piensas que te hablaría seriamente para hacerte una broma?—. respondió todavía más serio —¿No confías en mí? Alice...—dijo con un aire de tristeza.

—No es eso. Es que no entiendo, ¿qué tiene de malo mañana en especial? ¿también me dirás que no salga de casa?

—Pensaba decir eso también. Sé que para ti no tiene sentido porque no sabes muchas cosas, pero esta vez simplemente debes confiar en mí—Me mira con tanta preocupación. Pide confianza sinceramente. Mitch habla en serio, comienza a preocuparme.

—Está bien. Pero debes decirme a qué te refieres con cosas que yo no sé. ¿Qué tanto sabes tú?—Estos dos últimos meses, Mitch se ha comportado muy bien. Como un verdadero amigo. Nos hemos acercado más que nunca desde que nos conocimos. Ha sido un gran apoyo. Sin embargo, no deja de decir frases sin terminar o cosas sin explicar. Cosas extrañas como si él supiese más que yo. ¿Sobre qué? No dejo de preguntarme.

—Sé mucho más de lo que crees. Incluso más de lo que podrás llegar a saber—Mitch me mira fijamente, concentrado, meditando el cómo comenzar a explicar.

Por todos los cielos. Habla como... Lerathel. 

—Querida, presta atención. Mitch te está hablando de algo serio—Me susurró ella desde alguna parte.

Me llené de valor y miré a los ojos a Mitch, instándolo a que comenzara a explicarse. 

—Alice, yo sé todo sobre Adam y sobre ti. Yo sé qué son ustedes realmente y lo que sienten el uno por el otro…—hizo una mueca, como de dolor o disgusto. La impresión se apoderó de mí. Quedé atónita.