A Ella Tu Lealtad, A Mi Tu Cuerpo [Dedicada A @rosaliaocejo] ||2da Edición||

♠8♠ ||Editado||

Avisillo: 😭😭😭😭 no recuerdo que sucede aquí por lo que será un Capítulo Nuevo, si alguien lo supo y pues por alguna razón no me dijo,  bueno ya no podré hacer cambio.  Eso hipotéticamente hablando,   ahora hay una persona que rápido me envió una valiosa información sobre la trama total de esta obra.  Se lo agradezco y por ello esta segunda edición estará dedicada a esa persona. 

Ella es: rosaliaocejo

Gracias por tu ayuda,  sin ella nunca hubiera podido seguir con la historia. 

Bueno, a leer :3

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Todo ha marchado tal cual como lo planeaba mi señor Hades,  Pegaso está en ese sueño pero no por mucho.  Me da asco el solo pensar que ese estúpido mortal será algo más de mi hermano pero no importa, todo es aceptable con tal de que mi hermano sea feliz. 

Me he encargado de su cuidado, sin hacer mucho y eso lo agradezco.  He pasado de aquí para allá atrás de la diosa Nix para cumplir con el capricho de mi señor y los dioses Hypnos y Thanatos nos han estado vigilando y probando para que todo salga a la perfección. 

Ahora mismo voy a guardar el capricho de mi señor,  yo tendré la única llave que lo protege.  Después de eso reanudare mis labores diarias, debo ver que no haya un traidor y si lo hay,  bueno no le va gustar el haber nacido. 

———Maldito Pegaso,  te odio con todo mi ser... Mira que tanta consideración tiene mi señor para contigo.  —murmuro en bajo mientras traslado el artefacto hacia la cámara especial donde reposara. 

——— Deberías cuidar tus palabras,  Pandora.  Mira que hablar mal del mortal es una gran ofensa.  —doy vuelta de inmediato al saberme descubierta.  Mantengo distancia entre el objeto y mi contrario.  Sonríe de manera ladina y descarada, me tiene sin saber ai me delatará ante mi señor o me lo dejará pasar.  No dejo de mirarle,  mi respeto solo se lo merece mi hermano, el señor Hades. 

———Expreso mi opinión pero en secreto.  No estoy en contra de los deseos de mi señor Hades,  Dios Thanatos. 

——— En ese caso,  mantén tu opinión para tus pensamientos.  —suspira de modo burlón— Míralo por el lado bueno,  tendrás tiempo libre y podrás preocuparte por otras cosas,  además quizás mandes sobre otros dioses y no solo los espectros. 

——— Lo tengo muy en cuenta, por ello le apoyo incondicionalmente. 

——— Es bueno escuchar eso.  —no dice nada más, sólo se da la vuelta y camina en dirección a un pasillo secundario a éste que da hasta la cámara donde será guardado dicho capricho.  Me permito soltar el aire que retenía, me parece que no me delatará. 

Vuelvo a mi labor de guardar este objeto,  es bello, no he de negarlo pero no creo que lo merezca.  No pierdo más mi tiempo en llevar a cabo esta tarea,  cuando termino me dirijo a mi salón en donde espera mi amada arpa ser tocada por mi.  Al llegar encuentro al espectro Kagaho de Bennu,  eso me desconcierta pues ha estado reprendiéndose a si mismo por ese estúpido error del cual ya le di su castigo. 

Él al verme hace su debida reverencia y se mantiene en el suelo con una rodilla flexionada y la otra en el piso.  Me acerco a mi arpa y comienzo a tocarla, es relajante la textura de esos hilos y más la hermosa melodía que producen mis dedos al realizarlos sobre ellos. 

——— ¿Qué deseas,  Espectro?  —empiezo a hablar  sin dejar de tocar.

——— Me apena decirlo señorita Pandora,  pero he notado que las almas nuestros enemigos están en su debida cárcel. 

——— Sí, ¿Qué con eso?  Acaso deseas algo en especial.

——— ... — Duda,  lo noto en sus movimientos torpes.  Sin embargo lo que me dice me deja algo perpleja— Deseo el alma del Caballero Dorado de Tauro, para ser mi esclavo. 

——— El alma del enemigo.  Espero que no estés pensando en una traición a el señor Hades.  —espetó dudosa y desconfiada.  Debo irme con cuidado en la más mínima elección que haga.

——— Es para satisfacer mis deseos, señorita Pandora.  Es algo que una dama como usted no debería oír. —noto un color carmín en su rostro,  ya se para donde va esto. 

——— Está bien,  haz lo que te plazca con esa alma.  Pero primero deberás pedir permiso a mi señor Hades. 

——— Se lo agradezco señorita Pandora.  Con su permiso —se levanta y se retira apresurado, yo niego asqueada por ese sentimiento que ellos se profesan, no soy estúpida.  Se que ama a ese caballero, ojalá no le dure el gusto.