Extra - Pesadilla

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Thor miraba con horror desde el suelo de su nave como la orden oscura rodeaba a Loki, quien se encontraba maltrecho después de la batalla.
La mitad de su pueblo había sido masacrado y sólo quedaban ellos dos en la nave.

Thor fue levantado por el mismísimo Thanos para luego ser puesto de rodilla, siendo aprisionado y amordazado con partes desprendidas de su propia nave.

"Tu nunca serás un dios" - escucho a su consorte decir.

Thor sintió terror al escuchar la risa macabra del Titán loco. Su hermano lo miró a los ojos en ese momento.

" Te prometo, hermano, que el sol brillara nuevamente sobre nosotros"

Segundos después vio como Thanos rodeaba el cuello de su amado con su inmensa mano, comenzando a apretar.

El corazón de Thor se detuvo al escuchar el crujir de los huesos del cuello de Loki, para luego ver como el Titan lanzaba su cuerpo inerte lejos de él callendo al suelo, con los ojos inyectados en sangre y la mirada perdida.

" Esta vez, sin resurrecciones "


- ¡NOOOOOOOO, LOKIIII, LOKIIIII!

La puerta se abrió bruscamente dejando pasar la luz y mostrando la silueta esbelta de un hombre que se acercaba con pasos rápidos, pero seguros hacía el rey de Asgard.

- Thor, Thor, despierta - Loki se sentó en la cama mientras trataba de sujetar a un Thor muy alterado - hey, cálmate, ya pasó, solo fue un mal sueño.

Thor dejó de gritar y parpadeo alejando las lágrimas viendo a Loki por fin, parpadeo un par de veces más y reconoció su habitación. El rubio soltó un sollozo ronco y jaló a su amado a sus brazos para besarlo con desesperación.

El Dios de las mentiras se montó como pudo sobre su consorte mientras abría su bata y dejaba expuesto su cuerpo desnudo para él. Thor rompió el beso para atacar el blanco cuello de su amado mientras amasaba sus nalgas, introduciendo los dedos en su agujero apretado para prepararlo.

Para cuándo tomo un pezón rosado y erecto en su boca, ya lo estaba penetrando, se enterró hasta el fondo en él, su Loki había acunado su cabeza contra su pecho y le recitaba palabras de calma y consuelo entre gemido y gemido. Loki intentó acostar al rubio para que le diera oportunidad a montarlo como era debido, pero el rubio se aferraba a su cuerpo como si se le fuera la vida en ello.

- Thor, hermano, ¡déjame moverme o muévete!

La voz del ojiverde sacó a Thor de su trance y se recostó contra la cabecera de la cama, dándole el espacio suficiente para que se moviera y así lo hizo. El rubio lo tomó de las caderas para ayudarlo a que se penetrara él solito sobre su miembro duro.

Thor gemía como poseso mientras veía la piel de su amado brillar de sudor, el cabellos negros y largo hasta los hombros resaltaban entre tanta piel blanquecina y sus ojos verdes parecían dos piedras preciosas que brillaban con luz propia. Vivo, su hermoso embustero estaba vivo y con él. Solo necesito de esa lucidez para llenarlo entero con su semilla mientras su consorte gritaba su nombre y se venía sobre él, manchando su pecho.

Sin importarle nada, Thor lo abrazo contra su pecho, para luego acostarlo de lado en su cama matrimonial para contemplarlo como hacia todas las noches desde su regreso.

- Por Odín, ¿que te paso? – indagó el embustero una vez recuperó el aliento- no es que me esté quejando, pero, me asustaste cuando te oí gritar así.

- Tuve una pesadilla - Thor echó boca arriba a Loki y posó su cabeza sobre su pecho, acariciando su abdomen abultado como tantas veces hacía, repartiendo besos en el hogar temporal que albergaba a sus gemelos- perdón por asustarte, mi amor, y a ustedes también, mis pequeños Fenrir y Balder.

Como si sus bebés entendieran su pesar y tratarán de consolarlo, comenzaron a moverse en el interior de su mamá, Thor sintió un par de pequeños bultos bajo su tacto, estirando la piel de su consorte.

- Dicen que está bien y esas son sus cabezas, les gustan tus besos.- Loki hizo un gesto fingido de desagrado.

Thor sonrió y comenzó a repartir más besos.

Loki suspiró más que relajado y feliz, comenzó a acariciar los cabellos dorados del dios del trueno, que ya habían empezado a crecer.
Le había resultado difícil, pero había vuelto al lado de su Thorin y su tonto hermano mayor y consorte. En los años que estuvo batallando con las fuerzas de Thanos, estuvo varias veces a punto de morir, pero bastaba con sentir el rastro de magia de su hija y la presencia de Thor para sacar las fuerzas que necesitaba para seguir luchando.

Nunca se lo diría a él, a nadie de hecho, las cosas que había vivido eran demasiado aterradoras como para andarlas reviviendo nuevamente, desde hace dos años que había regresado y se había dado cuenta que su rubio sufría de terrores nocturnos, lo veía una y otra vez morir en sus sueños y eso le dolía en el alma. Por lo que decidió guardarse esa tórrida parte del relato de su regreso.

Por suerte, desde que concibieron a Fenrir y a Balder, sus pesadillas habían menguado, no desaparecido del todo, pero eran menos frecuentes que antes, sus pequeños eran lo único que lograban calmar a Thor en noches cómo está y por su puesto, su piel fría y a la vez ardiente, la que tanto le decía adorar.

- ¿De que iba esta vez? - preguntó de todos modos, sabía que su rey necesitaba desahogarse.

- Lo de siempre, te vi morir a manos de Thanos - el rubio restregó su rostro contra la piel desnuda como si fuera un gatito mimoso - Se que estás aquí, con Thorin y conmigo, llevas a mi Fenrir y a mi Balder dentro tuyo, puedo sentirlos a través de tu inmaculada piel, pero, no puedo evitar sentir que todo esto es un sueño y que en cualquier momento voy a despertar solo, sosteniendo a nuestra princesa mientras sufrimos por tu ausencia y ...

- Shhh, está bien - Loki lo abrazó con fuerza- está bien, tonto hermano mayor, no me iré a ningún lado, no nos iremos a ningún lado, estoy aquí, siempre estaré aquí, mi rey, mi amor.

Loki alzó el rostro lloroso de su consorte y lo besó lentamente, saboreando sus lágrimas y calmando su desesperación.

- ¿Dónde estabas? - preguntó, recordando que la pesadilla llegó por no haberlo sentido a su lado.

- Tu hija tenía sed y fui por un vaso con leche caliente y galletas  para ella, resulta que es igual de glotona que tú.

El rubio sonrió encantado, su pequeña era la combinación perfecta de los dos y él adoraba eso.

- Te amo - susurro Thor mientras se acomodaba entre sus piernas y aprovechando que su miembro estaba más que despierto, lo fue penetrando lentamente, su embustero comenzó a gemir  al instante - Te amo tanto...

- Lo sé, también te amo, tonto.

Thor empezó a moverse, lentamente esta vez. Disfrutando de los gestos que hacía Loki mientras le hacía el amor, el rubio grabó en su mente los gemidos que soltaba su Loki cada vez que tocaba su punto dulce, beso sus labios, sus ojos, su nariz, su frente y su boca, disfrutando simplemente del cuerpo del amor de su vida.

Ambos llegaron al unísono al glorioso orgasmo. Loki cerró los ojos exhausto mientras era jalado por Thor a sus brazos. Todo había sido un mal sueño.

Su consorte estaba aquí con él, vivo y lleno con sus hijos, no importaba nada más, tras darle un beso en la frente y pegarlo más a su cuerpo, Thor se dejó llevar por la inconsciencia, con el corazón apaciguado, sabiendo que su Loki y sus hijos se encontraban seguros bajo su techo.

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