Lluvia

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Doce horas.

Doce malditas y desgastante horas le llevó entender la frase de Satsuki, ¡pero que idiota! ¿Cómo no le había entendido en cuanto pronunció nene de ojos océano? ¡Si así le decía su chico! Ah, pero que tonto, no era su culpa, bueno, no podían culparlo del todo cuando la chica le había dicho semejante oración a las seis y media de la mañana, ¡es que no recordaba que él no funcionaba a esa hora! Será la muy linda. Lo peor fue que ese día estaba tan metido analizando la situación que se perdió varias explicaciones importantes y se ganó un par de reprimendas por estar distraído, cosa que no le importaba.

Cuando lo entendió busco a Satsuki para que le entregara la carta, pero esta se encontraba en una junta que no tenía hora determinada para finalizar por lo que opto irse al entrenamiento vespertino y al finalizar regresar. Estuvo dos horas esperando a que saliera, cuando lo hizo le exigió su carta con mano extendida y el ceño fruncido. Se encontraba haciendo un esfuerzo sobrehumano para que su rostro no delatara su ansiedad y una sonrisa boba apareciera en sus labios, empero la chica lo conocía bien que sabía lo que realmente sentía, dando un suspiro y una sonrisa pícara le tendió la carta.

No la abrió hasta que ambos ya se encontraban caminando en dirección a sus casas, para el momento en el que la joven salió eran las ocho de la noche. Se detuvieron en el parque cerca de sus casas para poder leer la carta. Satsuki se sentó en la banca con las piernas en mariposa para poder conservar calor, pues el invierno ya comenzaba a hacerse notar, mientras el moreno se sentaba en el respaldo a un lado de ella para que algo de su calor se le transmitiera a la chica.

Con los nervios a flor de piel abrió la carta, esperaba que fuera la que fijará fecha para verse.

¡Nene!

Mi nene de ojos océano, como ya sabrás esta es la última semana para cumplir el plazo que te he pedido para conquistarte. ¡Dioses! He sufrido tanto haciendo estas cartas, he experimentado casi todos los sentimientos durante estos meses que aún no puedo creer que ya hemos llegado a la trayectoria final, pero no se considera final hasta que nos hayamos visto y tú me des una respuesta. No sabes lo ansioso, desesperado y nervioso que he estado esta última semana.

Dime nene:

¿Lo he logrado? ¿Me darás una oportunidad para abrazarte y besarte? ¿Aceptarías ser mi novio?

Precioso yo deseo tener una relación seria, quiero y deseo hacer las cosas bien y como se deben contigo porque tú lo vales.

¡Joder! Dudo que pueda dormir esta noche, pero bueno, vamos a lo que a los dos nos importa realmente: fecha, hora y lugar para vernos.

Te estaré esperando mañana a las cinco en el café que se encuentra cerca del parque Natsu, llevaré un gorro negro con rojo y un par de rosas, una roja y la otra negra, cuando nos veamos te suplico que no hagas nada que altere más mis nervio, sé que para ambos esto será algo... cardíaco.

Si veo que no me has ubicado cuando llegues al establecimiento yo me acercaré a ti, ¿vale? Sólo no armes jaleo cuando me acerque, por favor.

En fin, te estaré esperando precioso.

Mi nene de ojos océano no sabes cuánto muero por ver de cerca esas dos gemas.

p.d. ¿Ya te dije que me gustas? ¿Qué te quiero?... ¿No? Pues te lo digo: me gustas y te quiero mucho, mucho Daiki.

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