Era injusto

140 31 0
                                    

No se sabe cuántos segundos, minutos o incluso horas pasaron en aquel beso y menos se sabe cuánto tiempo más se quedaron viendo a los ojos. Pero se sabe que Jimin se sintió un poco más vivo que nunca, por el otro lado, YoonGi sintió lo contrario. Tuvo un extraño sentimiento de evanescencia.

“No es que me haya disgustado el beso… Jimin tú me harás sentir vivo y me vas a ayudar a dejar esta vida, quitando los “pendientes” que mamá me dio cuando era niño…”

Por fin lo entendía. Todo tenía sentido y eso le dio mucha tristeza, quiso llorar casi al instante. Cada segundo que pasaba, se sentía más cerca de su partida.

No soy tan fuerte para decirlo ahora que justamente estamos así… ¿Te darás cuenta antes que llegue el momento?”

Se abrazó fuertemente a Jimin para que no le viera el sufrimiento plasmado en la cara.

¿Por qué tiene que pasar ahora? Justo cuando estoy así con él… no. En primer lugar, ¿por qué esto me tuvo que pasar a mí? ¿Tanto merezco morir ahora que soy feliz?”

Era injusto. Todo era injusto, no importa de qué lado lo viera, tal vez todo estuvo listo y predestinado para dañarlo desde el comienzo de su vida, así como en su muerte, o limbo en la tierra.

Respiró profundamente y decidió que no sería rencoroso con su vida y disfrutaría de Jimin y su tiempo restante junto a él.

—Ah… l-lo siento YoonGi. Yo no…

—Está bien, señorito Park, me gustó mucho el beso… ¡Gracias!

Acaricia su mejilla y aprecia su rostro. ¿Cautivado? Si, se le notaba en la sonrisa y en su mirada perdida en la belleza de su rostro, su corazón y alma.

—Pensé… que tal vez era muy pronto para eso, para ser honesto he querido hacer eso desde hace mucho.

Le enseña sus dientes blancos en una sonrisa muy hermosa y, podría jurar, de enamorado. Se sonríen como un par de tontos y sin decir nada por un rato.

—Estaba pensando… si lo ocupas claro, tal vez yo pueda ayudarte con tu trabajo aquí en casa— ahí va otro pendiente de su lista.

—¿Harías eso por mí?— sintió genuina felicidad.

—Haría cualquier cosa por ti, Jimin. Te ayudaré en lo que me sea posible.

—¡Gracias! ¿Podrás trabajar de día? Digo, como usas el día para dormir y en la noche estás…

—Pues sí, podría intentarlo— de repente tiene una idea—… uh, tal vez me haga bien dormir contigo, de vez en cuando me da insomnio y no soy capaz de dormir por días.

Jimin pensó en todas las posibilidades de aquella petición, pero cuando llega la hora, estaba tan cansado que se durmió inmediatamente al tocar la cama. YoonGi, él tachaba otra cosa entre sus pendientes. ¿Cuántos quedan? No lo sabía con claridad. Tenía que esforzarse para recordar las cosas que su madre le decía entre sollozos en la hora de su muerte.

Presence [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora