Me abrí paso entre la gente de los videojuegos, pasando el mostrador de los premios y los baños. Cuando pude ver las mesas de fútbol, Alex no estaba en ninguna de ellas y tampoco Samuel ni Frank.
-"Parece que se fueron"- Dijo Mangel. Sus ojos debieron sostener un poquito de diversión.
Pero tratándose de Mangel, podría haber sido algo completamente diferente. -"Parece que necesitas a alguien que te lleve."
-"Alex no me dejaría"- Dije, parado de puntas para ver sobre el gentío. -"Probablemente estén jugando tenis de mesa."-
Yo recorrí por todos lados mientras Mangel me seguía, tomándose una soda que había comprado en el camino. Él se ofreció a comprarme una, pero en mi actual estado, no estaba seguro de poder tolerarla.
En el tenis de mesa no había ninguna señal de Alex ni Samuel.
-"Quizá estén en las máquinas de pinball"- Sugirió Mangel. Definitivamente él se estaba burlando de mí.
Sentí que mi rostro se ponía un poco rojo. ¿Dónde estaba Alex?
Mangel sostuvo en alto su soda -"¿Seguro que no quieres tomar algo?"-
Miré a la soda y luego a Mangel. Solo porque mi sangre se calentara de solo pensar en poner mi boca donde estuvo la suya, no significaba que tenía que decirle.
Busqué en mi mochila y saqué mi celular. La pantalla de mi teléfono estaba negra y se rehusaba a encender. No entendía como la batería estaba muerta cuando la había cargado justo antes de salir. Presioné una y otra vez el botón de encendido, pero nada pasó.
Mangel dijo -"Mi oferta sigue en pie."
Pensé que estaría más seguro si algún extraño me llevara. Todavía estaba agitado con lo que había pasado en el Arcángel y no importaba cuantas veces intentara olvidarlo, la imagen de caer se repetía en mi cabeza. Me estaba... cayendo y luego la ronda había terminado. Así de simple. Era la cosa más aterradora por la cual había pasado. Casi tan aterradora como el hecho de que yo fui él único que lo notó. Ni siquiera Mangel, que estaba justo al lado mío.
Me di en la frente con la palma de mi mano. -"Su auto. Probablemente él me está esperando en el estacionamiento."
Treinta minutos después había recorrido todo el estacionamiento. El Neón se había ido.
No podía creer que Alex se había ido sin mí. Tal vez había pasado alguna emergencia y no tenía ninguna forma de saberlo porque no podía verificar los mensajes de mi celular.
Traté de mantenerme tranquilo, pero si él me había dejado, tenía una amplia cantidad de coraje hirviendo a fuego lento y lista para rebosar.
-"¿Alguna otra opción?"- Preguntó Mangel.
Mordí mi labio considerando mis otras opciones. No tenía ninguna otra opción.
Desafortunadamente, no estaba seguro de estar listo para aceptar la oferta de Mangel. En un día ordinario, él emanaba peligro. Esta noche había una potente mezcla de peligro, amenaza y misterio.
Finalmente resoplé y recé por no estar a punto de cometer un error.
-"Me llevarás directo a casa"- Dije. Sonó más como una pregunta que como una orden.
-"Si eso es lo que quieres."-
Estuve a punto de preguntarle a Mangel si él había notado algo extraño en el Arcángel, pero me detuve. Estaba demasiado asustado para preguntar. ¿Qué pasa si no me había caído? ¿Qué pasa si lo había imaginado todo? ¿Qué pasa si estaba viendo cosas que en realidad no estaban pasando? Primero el chico con la máscara de esquiar. Ahora esto.
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El chico de ojos negros
FanfictionPara Rubén Doblas, el romance no era parte del plan. Él nunca se había sentido particularmente atraído hacia los chicos de su escuela, sin importar lo mucho que su mejor amigo, Alex, los empujara hacia él. No hasta que Mangel llegó a su vida. Con s...