CAPÍTULO 11: LA FELICIDAD NO ES ETERNA
Kurt y Blaine eligieron una chica joven para que fuera la madre biológica de su segundo hijo. El procedimiento se había completado y ella ya estaba embarazada de seis semanas. El médico les había dicho que era mejor ser precavidos y esperar al tercer mes por el riesgo de aborto. Sin embargo, el matrimonio estaba ilusionado. No le habían dicho nada a nadie pero ya se veían con sus dos hijos creciendo en un ambiente de amor y felicidad. Sus temores a que algo malo pasara habían desaparecido con el tiempo.
Era sábado, por lo que el castaño estaba en casa. Ese era el día en el que el moreno aprovechaba para ir a correr. Le gustaba hacerlo por Central Park. No llevaba compañía porque su marido prefería quedarse en casa jugando con Liz. Además, como el ojiazul decía, él también merecía su momento de paz solo.
Llevaba unos quince minutos de carrera continua cuando se dio cuenta de que alguien le seguía. No le gustaba esa sensación. Aceleró un poco el ritmo y comprobó que la otra persona también lo hacía. En ese momento comenzó a asustarse. Decidió ir corriendo directamente al apartamento, pero ese fue su mayor error. Aprovechando una de las calles menos transitadas, el desconocido lo alcanzó...
El mayor estaba con Liz dibujando. Para el castaño era algo diferente a cuando lo hacía en el estudio diseñando. Él dibujaba animales, flores y árboles para que su hija los “pintara”. Esa tarde, el teléfono interrumpió el momento.
– ¿Diga?
– Querría hablar con Kurt Hummel.
– Soy yo. ¿Con quién hablo?
– ¿Es usted familiar de Blaine Anderson?
– Sí, soy su marido. – La voz del castaño era temblorosa mientras intentaba respirar con normalidad. Esa llamada no le gustaba nada.
– El Señor Anderson ha sido ingresado en el Hospital General de Nueva York. Necesitamos que venga para hablar con usted.
– Sí, claro. Voy ya. ¿Cómo está? ¿Qué ha pasado?
– No puedo decirle nada. Cuando llegue le informarán.
– Voy hacia allá.
El ojiazul colgó el teléfono y cogió a su hija en brazos. Salió corriendo de allí y paró a un taxi. Le pidió que fuera a casa de Cooper y Jessica para dejar a la niña allí para luego ir al hospital. El conductor amablemente accedió a esperarlo mientras dejaba a la pequeña. Cuando llegó al apartamento de su cuñado, éste quiso acompañarlo mientras que la rubia se quedó al cuidado de los dos menores.
Cooper y Kurt llegaron al hospital lo más rápido que pudieron. La recepcionista les dijo que debían esperar a que el doctor los llamara pero que tal vez podrían hablar con la policía. Unos minutos después, un guardia se acercaba a ellos.
– Soy el agente Lynn. ¿Son ustedes los familiares de Blaine Anderson?
– Yo soy Cooper Anderson, su hermano y él es Kurt Hummel, su marido.
Los dos estrecharon la mano que les tendía el policía.
– No tenemos todavía muchos detalles porque estamos investigando pero les puedo decir que el Señor Anderson ha sido agredido de una manera brutal. ¿Hay alguien que pueda tener algún motivo para querer matarlo?
– ¿Matarlo? ¿Mi marido está...? – El castaño se alteró mucho.
– No, no... Tranquilícese, señor Hummel. Los médicos están atendiéndolo. Sólo quiero saber si su marido tiene enemigos.
– No los tiene. – Intervino Cooper.
– Si los tiene. Pueden haber sido tus padres, Mark o... ¡Yo que sé! ¿Algún fan dolido porque no vuelva a los escenarios? ¿Algún homófobo que no vea con buenos ojos que exhiba su sexualidad y a su marido allá donde va? ¿Alguna fan celosa de nuestra relación? – Hummel estaba al borde de las lágrimas.
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SI Hay Motivos Para Seguir (Klaine boyxboy)
FanfictionSecuela de No Hay Motivos Para Seguir. Kurt y Blaine han luchado mucho para conseguir su felicidad... Sin embargo, su futuro no va a ser facil. Quieren ser padres y las cosas van a ser difíciles... Más aun cuando un "accidente" haga peligrar su rela...