CAPÍTULO 20: NUEVA VIDA

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CAPÍTULO 20: NUEVA VIDA

El tiempo pasaba y llegó el día de la ecografía de los cinco meses. Momento en el cual conocerían el sexo del bebé. Ésta vez ellos irían a recoger la información al hospital donde atendían a la madre sustituta unas horas después de que ella tuviera la visita.

Llegaron a la sala y esperaron a que el ginecólogo estuviera disponible. Quince minutos después, les hizo pasar.

– Señor Hummel, señor Anderson. El embarazo va muy bien. La chica se está cuidando y el bebé crece a un ritmo adecuado. Le hemos hecho una ecografía... – El doctor puso un vídeo en su ordenador y fue indicándoles las partes del bebé que se veían, un brazo, la cabeza, un pie... – Es un niño, definitivamente.

– ¿Niño? – Preguntó Kurt sintiéndose como si se ahogase.

– Eso es. Vais a ser padres de un niño. Parece que todo va bien... ¿Queréis escuchar los latidos de su corazón?

Ambos asintieron con lágrimas en los ojos. En ese momento, el doctor tecleó en su ordenador y empezó a escucharse un latido acelerado. Blaine alargó la mano para sostener la de su esposo. Habían pasado casi tres años desde que vivieran esas sensaciones junto a Blair. Esta vez habían preferido no conocer a la madre sustituta pero el ginecólogo les había garantizado que no se perderían nada del embarazo. Y así había sido, habían visto las ecografías, los análisis, les habían explicado todo. Sólo había una cosa que se iban a perder, que era hablarle o acariciarle en la tripa de la mujer. Pero eso no importaba. Ellos tendrían a un mini-Kurt o un mini-Blaine correteando tras Liz. El moreno miró a su marido antes de hablar.

– Liz se ha salido con la suya. Es un hermanito. – Comentó alegre.

– Es verdad... No me lo puedo creer... ¿Te los imaginas? El pequeño Will detrás de su hermana mientras intenta llevar su ritmo y el de su primo John. Los primos Anderson van a ser realmente traviesos. – El ojiazul se quedó pensativo.

– Va a aprender las travesuras de su primo y de su hermana, además de las que se le ocurran a él. Un momento... ¿Has dicho Will? Pensé que querrías que se llame Burt o Finn. – El ojimiel no se lo podía creer.

– Liz se llama como mi madre, Will lo hará como tu abuelo, la persona que realmente te apoyó. El Finn lo dejamos para su segundo nombre, si no te importa. – El más alto acarició la pierna de su esposo.

– William Finn Anderson Hummel... Suena perfecto para mí.

El ginecólogo no interrumpió esa conversación. Estaba acostumbrado a que sus pacientes se emocionaran y comenzaran a hablar como si él no estuviera. Al fin y al cabo, ese era un momento muy íntimo y lleno de felicidad. Era un niño deseado y eso se notaba en los nervios y la alegría de los dos hombres que tenía en frente.

***

Blaine llegaba nervioso a un despacho de un gran empresario relacionado con el espectáculo. Era dueño de varios teatros en Broadway y en otras ciudades de Estados Unidos. Le había mandado su guión para un musical. Sabía que era ambicioso pero quería intentarlo en Nueva York primero. No le gustaría tener que mudarse y probaría todas las opciones antes de buscar fuera de su ciudad.

– Señor Anderson. Es un placer verlo.

El placer es mío. Gracias por reunirse conmigo.

– Seré directo. La historia que ha creado es buena y me interesa bastante. Sin embargo, se nota su inexperiencia. ¿Estaría dispuesto a que le buscáramos un escritor que lleve años en Broadway para que mejore la historia? Por supuesto, usted tendría siempre la última palabra y no se haría ningún cambio sin su consentimiento. Simplemente quiero que la historia alcance todo su potencial y usted aun es demasiado “novato”. Le auguro un gran futuro como escritor, si se deja aconsejar y está dispuesto a aprender.

Por supuesto. Es mi primera obra. Jamás pensé que llegaría a Broadway.

– Tiene talento. Las canciones no van a cambiarse. Es el guión lo que debe mejorar pero estoy seguro que dentro de poco será capaz de hacer una obra completa sin ayuda.

***

Blaine entró a su apartamento donde estaban Kurt, Jessica, Cooper y Rachel esperándolo. John y Liz corrieron a darle la bienvenida. El moreno dejó las bolsas de comida de restaurante que llevaba para levantarlos a ambos. La niña tenía dos años y medio y el pequeño tenía casi seis. A pesar de eso, el ojimiel podía con los dos a la vez. El castaño llegó y cogió las bolsas antes de darle un beso en la boca.

– Ya me contarás el motivo de tu insistencia en que estemos todos. – Dijo el ojiazul.

– Ya lo verás. – Respondió Anderson.

La mesa ya estaba preparada y sirvieron la cena. Una vez estuvieron todos juntos, comenzaron a hablar de cosas sin sentido hasta que alguien sacó el tema por el cual estaban reunidos.

– Tengo buenas noticias. Soy el escritor de uno de los próximos musicales en Broadway. – Anunció un orgulloso Blaine.

– ¿Qué? – Todos se sorprendieron.

– Desde que nació Liz he estado escribiendo una obra. Hace unos días la llevé a un productor. Vamos a tener que hacer algún arreglo y van a buscarme a alguien que me ayude con el guión pero... Será mi historia, será mi musical.

– ¡Qué orgulloso estoy de ti! – Hummel se acercó más a su marido y lo besó.

– A mis brazos enano. – Cooper no podía sentir mayor felicidad por su hermano.

– Enhorabuena. – La rubia se acercó a su cuñado y lo besó en la mejilla.

– ¿Quién va a hacer el papel principal? – Quiso saber Berry.

La cena continuó entre felicitaciones y celebraciones. La vida les sonreía. Tendrían que hacer algunos cambios. Kurt volvería a trabajar desde casa para cuidar a los niños mientras Blaine se encargaba de intentar triunfar en ese nuevo proyecto. Sabían que mientras estuvieran juntos, ambos podrían ser felices y encontrar la solución a todos sus problemas.

SI Hay Motivos Para Seguir (Klaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora