Parte 26

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Cuando SeHun salió de su habitación, el apartamento estaba vacío. ChanYeol no estaba, y Lay también parecía haberse ido.

Ambos se habían asegurado de dejarlo dormido en su cama, y así fue. Después de todo lo que pasó, se agotó física y mentalmente, pero despertó un par de horas luego de aquello, sin ganas de levantarse, sin ganas de vivir.

Él conocía a KyungSoo, lo conocía tanto como a sí mismo, y era obvio que no lo escucharía, no lo perdonaría, sin embargo lo subestimó. Nunca se imaginó que por su mente la idea de casarse hubiera cruzado como si nada, como si lo de ellos no hubiera sido nada y haciéndole sentir fácilmente reemplazable.

Claro, había sido muy estúpido al respecto.

KyungSoo era un hombre de mundo, alguien con estatus, con un carácter recio y miles de cosas detrás suyo. No era una persona común como él, era obvio que la idea de dejarlo atrás hubiera pasado por su mente con facilidad. ¿Amor? No, joder, después de todo, había tenido razón todo ese tiempo, había sido una ilusión, algo lindo de un momento y un sentimiento que podía atesorar, pero no era reciproco, no había nada ahí, porque, de haberlo, no hubieran llegado tan lejos.

Así pues, entonces, su teoría era acertada.

El amor como tal, como un sueño, como un cuento, no existe.

Tomó dinero y unas pastillas de su cajón, y salió de aquel lugar.

Necesitaba desesperadamente una distracción.





JongIn tenía miedo.

En todo el tiempo que llevaba conociendo a su, ahora prometido, nunca había vislumbrado aquel vacío en sus ojos.

No era la primera vez que funcionaba como su desahogo, incluso estaba algo resignado a ser aquello por siempre, pero ahora KyungSoo le había dado un lugar, y era importante y serio. Había movido su relación un paso adelante, pero no podía evitar sentir, que estaba construyendo su felicidad sobre la desgracia de alguien más.

Mataría por saber que había pasado exactamente, porque así sabría qué hacer. Pero no podía engañar a nadie, seguiría con eso a pesar de todo porque lo amaba. Y el amor te impulsa a hacer locuras.

Pese a ver a KyungSoo acostado a su lado mientras contenía las ganas de llorar, porque era así, el hombre era fuerte, pero estaba soportando demasiado, se notaba, parecía a punto de echarse a llorar, él no podía hacer nada.

Esa noche simplemente iba a dejarlo dormir y descansar, probablemente al día siguiente todo se viera mejor para ambos.

Tal vez sería un mejor día para los dos, y tal vez iniciarían un nuevo camino, juntos.

Pero entonces ¿Por qué se sentía tan incorrecto?





No tenía la menor idea de qué clase de sitio era aquel.

Pero siendo sincero, no le importaba. Lo único bueno que sacaba de ahí, era que su conciencia estaba completamente perdida y no sentía dolor. Benditas y maravillosas drogas, ellas hacían todo el trabajo sucio en su sistema.

Estaba bailando en medio de la pista sin importarle nada, y estaba solo, porque no quería que nadie se le acercara, pese a estar drogado, sabía bien que no quería que nadie estuviera a su alrededor.

JEWELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora