Parte 32

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— ¿Llegó tan pronto el fin de semana? – LuHan estaba mirando por la ventana de su casa, mientras veía el vehículo conocido, estacionarse frente a esta.

Suspiró resignado.

— ¿Por qué crees que estoy aquí? – Tao rodó los ojos – quiero conocer al hombre. De pronto SeHun dejó su pose de hombre para saltar por la vida como una pequeña zorra. ¿Lo has visto los últimos días? – Dijo de manera chillona y quejica – Nadie es capaz de soportar tanta alegría y optimismo.

Sí que lo había notado. Para LuHan era bueno ver así al chico, su corazón dolía un poco, pero finalmente veía una sonrisa genuina cada mañana y no la falsa que SeHun creía que todo mundo se tragaba. Probablemente pudiera engañar al mundo entero, pero a LuHan no.

—Eres un chismoso – se quejó - ¿Sabes que es un hombre importante? – quiso intimidarlo pero el otro rodó los ojos.

—Hace pulseritas ¿y eso que? Aquí lo único que lo hace importante es que se folló a SeHun, y adivina – dijo cantarín – está acá porque piensa seguir haciéndolo. Perdiste el tiempo, LuHan, en serio, si te lo hubieras follado antes tal vez esto... - no lo dejó terminar porque le dio un golpe en la cabeza – ¡agresivo! – se quejó tras hacer una mueca de dolor.

— ¡Cierra la boca!

LuHan estaba seguro, de que así se hubiera follado a SeHun desde el primer día que se conocieron, aun así este no habría podido olvidar a KyungSoo. Aunque decir que "se lo hubiera follado" solo era un eufemismo, porque todos sabían cómo eran las cosas.

El timbre de la casa se escuchó y Tao se apresuró a abrir, pero LuHan no lo dejó, haciéndolo a un lado para ser él quien abriera la puerta.

—Buenas noches – saludó KyungSoo cuando vio al profesor.

LuHan hizo una venia y después se hizo a un lado, haciendo un gesto de que podía pasar.

—Buenas noches – saludó de vuelta - ¿Qué tal el viaje? – preguntó por cortesía.

KyungSoo lo meditó un par de segundos.

—No es un viaje tan largo a decir verdad – comentó con media sonrisa, yendo hasta la sala.

—Hola – Tao saludó desde un lado de LuHan y KyungSoo finalmente reparó en él.

Era un tipo muy alto y de cabello negro con rasgos muy marcados y mirada oscura, pero lucía inofensivo de alguna manera.

—Hola – le respondió de vuelta.

—KyungSoo este es Tao – lo presentó – amigo mío y de SeHun, Tao, este es Do KyungSoo, el am, ¿novio de SeHun? – dijo lo último a modo de pregunta porque no sabía exactamente si ellos eran novios u otra cosa, debido a que SeHun no se lo había aclarado.

—Mucho gusto, Tao – aun así saludó – De momento no sé que soy exactamente – sonaba divertido, y realmente lo era. No sabía cuál era su posición en ese momento.

— ¿Haces joyas? – Preguntó el chico y LuHan se sobó las sienes.

—Algo así – comentó el diseñador, parecía divertido por la pregunta.

—Entonces debes tener mucho dinero – concluyó – la gente que se dedica a esas cosas tiene dinero.

Dijo como si fuera un experto en la materia.

—KyungSoo es dueño de D.O.s exotic, Taozi – SeHun, que iba bajando por la escalera había escuchado lo último que su amigo dijo y se quiso divertir un rato. – ¿Conoces esa marca? – preguntó mientras se paraba al lado de KyungSoo cruzándose de brazos.

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