Parte 24

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Nota: Lean hasta el final y ya después me crucifican. 

Los pañuelos deben traerlos siempre.

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Estaba sentado frente al tipo en una cafetería cerca del centro de la ciudad.

Habían pasado unos cinco días desde la última vez que se habían visto, y suspiró sonoramente bajando su americano y por fin, hablando para romper la tensión.

—A pesar de que no nos concierne, ambos siguen siendo nuestros amigos – dijo el bailarín, esperando que el otro captara la idea, o se hiciera una sobre lo que iban a hablar.

—No era como que tuviéramos algo serio de todos modos.

Aquello ofendió a Lay, quien lo miró enarcando una ceja y con cara claramente descolocada por lo dicho.

—Entiendo que fuera un simple pasatiempo para ti, pero realmente pensé que era... - lo meditó unos segundos y después negó, cayendo en cuenta de que era inútil – olvídalo. Solo mantengámonos al margen, supongo que no nos volveremos a ver.

JunMyeon suspiró. Aquello era extraño, había pasado muchos de sus días fantaseando sobre una vida normal con Lay, sabía que era un pensamiento tonto, tomando en cuenta la clase de vida que llevaba el chico, pero ciertamente no le importaba mucho esa parte, lo verdaderamente preocupante, era el hecho de que no podía iniciar una relación abiertamente homosexual, porque su familia esperaba algo más de él. Pero Lay no era el problema, incluso quería completar su frase, y decirle que sí, que era diferente y si sentía algo por él, que había pasado inevitablemente y no entendía de qué manera se libraría de ello.

—Lay...

—YiXing – corrigió en seguida, queriendo que, si esa iba a ser su despedida, al menos conociera su verdadero nombre – mi nombre es YiXing.

SuHo abrió los ojos sorprendido. No se imaginaba que iba a tener el valor de presentarse tal cual era.

—YiXing, soy JunMyeon – le dijo, como si fuera la primera vez que se presentaban. YiXing sonrió, dejando ver los hoyuelos en sus mejillas y JunMyeon adoró aquello – No has sido un simple pasatiempo para mí – le dijo – pero no podemos seguir viéndonos. Esto vas más allá de nosotros dos.

Y lo entendía, era probable que estuviera consiente de que no podían verse más, porque lo sucedido con SeHun y KyungSoo no era una broma, su amigo había lastimado al diseñador, y Lay sabía lo mucho que JunMyeon apreciaba al hombre. Y claro, él tomaría parte por SeHun, tuviera este la razón o no.

—Supongo que es la despedida – sonrió melancólico, observando una mirada parecida en el otro.

—Lo lamento – admitió – pero tus amigos han lastimado a personas que amo, por lo tanto...

—No los voy a justificar – cortó su discurso – pero, a pesar de todo, puedo decirte con seguridad que SeHun ama a KyungSoo y ChanYeol a BaekHyun – suspiró en ese punto – sin embargo no seré yo quien alegue por ellos.

El otro asintió comprendiendo. Se levantó de la silla y tras hacer una reverencia dio la vuelta, dejando a Lay sentado en la silla de aquella cafetería.





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