No Lo Esperaba -SansxFrisk- [COMPLETADA]

XX ¿Final?

¿Qué debo hacer...?

Tengo que reaccionar, pero... ¿De qué manera?

Aquel sueño se hizo realidad, y ahora que lo estoy viviendo, no sé qué hacer.

La sensación que siento en estos momentos superan todo lo que había imaginado y... No quiero dejarlo, no quiero que se acabe, no quiero que... Se aleje...

- ¡¡¡Lo sabía!!!- el grito de Papyrus hizo que los dos sujetos que... Seguian teniendo un contacto romántico, se separaran de un salto, con sus rostros invadidos por colores azul y rojo. Se vieron mutuamente- ¡He unido a mi inútil hermano con mi mejor amiga!- vieron a Papyrus, con vergüenza.

- P-Papyrus tú...- Frisk no pudo terminar la frase, ya que el nombrado la interrumpió.

- ¡Sabía que tú gustabas de Sans como él gusta de tí!

- ¡Papyrus!- gritó esta vez Sans, jamás había sido visto en ese estado, nervioso, vulnerable, sonro-azulado a más no poder. Era incómodo hasta para él que su hermano haya visto esa escena tan personal. Sin embargo, para Papyrus era el logro más grandioso que pudo haber hecho su hermano mayor, estaba orgulloso de haberlo ayudado.

- Cierto ¡Hay que celebrarlo! Le contaré todo a la reina cuando lleguemos.

- P-Papyrus n-no lo hagas por favor- suplicó Frisk, no sabía cómo reaccionaria su madre, sobre todo en estos días que ella se quedaba con los hermanos esqueleto.

- B-Bro deberías... Darnos tiempo- apoyó Sans con nerviosismo, sabía que a Papyrus se le podía convencer de casi cualquier cosa, pero con lo que acaba de hacer, ya ni sabía en realidad como era su propio hermano menor.

- Oh, tienes razón- contestó el alto, comprensivo, aliviando a la humana y a su hermano- Pero, no van a impedir que yo, ¡El gran Papyrus!, haga una comida especial para Frisk ¡Mi mejor amiga!, y Sans ¡El mejor sujeto que haya existido! Claro, después de mí.

Ninguno dijo nada en el camino a casa, Papyrus estaba tan feliz que no notaba el silencio de los tórtolos. Ya estaban en el patio cuando Papyrus recibió una llamada, por lo que todos se detuvieron.

- ¡Es Toriel!- exclamó Papyrus con emoción. Pero al mirar a su hermano negando con la cabeza suspiró- bien, será un secreto por ahora- descolgó la llamada mientras abría la puerta de la cabaña- Hola su majestad... Sí, acabamos de llegar, ¿Cómo está usted?...

Los tres entraron, Papyrus era el único que llenaba el silencio, o así fue hasta que se fue a su cuarto para evitar interrupciones. Sans y Frisk se quedaron en el comienzo de las escaleras, con la vista clavada a la puerta del menor. La castaña tragó saliva sin apartar su visión.

- ... Te besé

- Me besaste...

- ¡Cómo lo siento!

Sans desvió su mirada para ver a Frisk. Tapaba su rostro con ambas manos, ocultando su rubor carmín. Una vez más, sonrió de lo adorable que se veía.

- Frisk- la aludida no reaccionó, le era difícil verlo a la cara después de lo que ella hizo- Frisk- repitió su nombre. Pero sólo susurró.