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El día de mudarnos habia llegado. Guarde mi última caja en el camión de mudanzas y me subi la camioneta del señor Kim.
–estoy tan emocionada– dijo mi madre besando en las mejilla al señor Kim.
Nos dirigimos al aeropuerto de la ciudad cercana. Nunca habia viajado o salido de ese pueblito. Bueno, solo cuando visitamos a mi tio pero él vive en otro pueblito cercano. 
Estaba maravillado con la ciudad, todo era muy distinto.
Si me sorprendo de esta ciudad ¿Cómo reaccionare a Seúl?

El viaje había sido corto, en avión se llega muy rápido.
Al salir vimos a un hombre de traje y sombrero con un letrero, bueno eran muchos hombres iguales. Pero su letrero era particular.

"Familia Kim"

Debo reconocer que me sentí raro, nunca nos habíamos referido como una "Familia". Siempre hemos sido el señor Kim, mamá y yo.
Nunca familia.
El hombre nos recibió y tomo nuestras maletas. Nos guío hasta un auto negro que estaba en la salida.
Entonces un montón de fotógrafos se nos acercaron.
–Señor Kim esta es su nueva familia? – ¿Ese es su hijo? –¿Volvió por el contrato con la compañía Yiang?

Muchas preguntas, muchas fotos...y el señor Kim nos cubría con su abrigo.
Cuando logramos subir al auto el chófer condujo rápido.
–que locura o no?– dijo mi mamá abriendo los ojos.
–señor Kim y su camioneta? – no pude evitar preguntar, sentía la curiosidad desde que la dejamos en el estacionamiento del aeropuerto.
Él soltó una risa y me tocó el hombro.

–no la necesitamos más. Ahora tenemos a Alfred para que nos lleve a donde queramos. –dijo señalando al hombre de traje quien hizo una reverencia sin quitar los ojos del camino.
Asentí y me acomodé para mirar la ciudad. Estaba en shock, no podía creer lo que veía. Tantos edificios, tantos autos, autos modernos, gente vestida tan bien. Sentí vergüenza al ver que yo llevaba unos jeans viejos, mis zapatillas que tengo desde los 14 años y mi sudadera favorita que era negra. Luego de analizar mi vestimenta noté al señor Kim viéndome mientras sonreía.
–Ya te compraremos ropa nueva.
Me dijo guiñando un ojo.
–y a mí también? – Dijo mi madre en forma de súplica. El señor Kim asintió y ella lo abrazó.

Luego de un largo camino llegamos a un barrio muy hermoso. Habían casas gigantes y autos lujosos. Había mucho césped y árboles hermosos.
Alfred paró el auto frente a una gran casa Blanca, como casi todas.
–Este es nuestro nuevo hogar– dijo el señor Kim y yo quede boquiabierto.
Mi mamá bajo del auto a la velocidad de la luz y se dirigió a la entrada de la casa.
–¡ES HERMOSO!!! MIRA ESE CÉSPED, ESA FLORES, MIRA LAS VENTANAS– gritaba emocionada, el señor Kim solo reía.
Mamá abrió la puerta y se perdió en el interior. Solo se oían sus gritos de alegría.
Al entrar en la casa, estaba muy asombrado. Con decir que la cocina era del tamaño de la planta baja de mi antigua casa, se puede concluir lo pequeña que era la anterior.
Mi madre subió por las grandes escaleras y oímos más gritos.
–Taehyung ven a ver las habitaciones!!
Grito y subí de inmediato.
Habían 5 habitaciones. La del señor Kim y mamá, la que sería mía, y tres más que supuse que serían de visita.
Me llamó la atención una habitación que tenía un balcón. Me asomé por el balcón y podía ver nuestro gigantesco patio trasero con piscina. Estaba impactado.
También podría ver el patio del vecino de atrás. En el pueblito si quería ver a un vecino tenía que caminar kilómetros.
En eso pude ver como las luz de un cuarto, también con balcón, se encendía.
Podía ver por el ventanal a un chico con una cámara.
No lograba ver su rostro, solo veía su silueta. Entonces vi que levantó la mirada. De inmediato me escondí dentro. Espero que no me haya visto, no quiero ser el vecino psicópata.
Me volví a asomar y ya no se encontraba ahí solo encontré la luz apagada.
Decidí desempacar lo poco que traía en mi maleta.

•I Call You Moonchild•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora