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Un rayo de luz entraba por la ventana y se dirigía al rostro de Jungkook. Quién levemente abrió los ojos.

Recordó la noche anterior, recordó a ese chico tan raro que le hacía sentir incómodo.

Se percató de que no sentía el peso del mayor. Miro a su alrededor y no se encontraba ahí.

–Jungkook despierta holgazán!!!!– el grito de su hermana lo hizo levantarse de golpe. Miro a su alrededor y no divisó ni rastro del mayor.

Concluyó que Taehyung se había ido, y solo rogaba de que su hermana no lo haya visto. Su hermana sabía que a Jungkook le gustaban ambos sexos, pero si lo pillaba con un chico sería objetivo de molestar para su hermana. A parte eso aún no lo decidía.

Camino hasta la cocina y vio a su hermana preparando una taza de café, habían panqueques en el mesón.

–Alli estás feto– le dijo Rosé desordenado los cabellos del menor. Él solo frunció el ceño.

–¿Cómo dormiste? Ese sillón no es muy cómodo.

–Ni que lo dig..– entonces por la puerta apareció Taehyung. Tenía la cara mojada.

–Hola Jungkookie– le propinó una sonrisa y se dirigió donde Rosé.

Jungkook observaba como su hermana y él hablaban de lo más bien. No entendía que pasaba aquí.

–¿Qué está pasando aquí?– dijo apoyando ambas manos en el mesón. Los cómplices lo miraron.

–Tomamos desayuno– dijo Rosé sonriendo al igual que Taehyung.

–Tú sabes a lo que me refiero– dijo Jungkook mirando fijamente a su hermana. Quién también lo miraba fijamente.

Una guerra de miradas había comenzado y Taehyung era espectador.

–¿Por qué no me presentaste a tu amigo?– dijo Rosé porfin desviando la mirada.

–Porque no es mi amigo.– replicó Jungkook serio.

Taehyung hizo como si le hubieran disparado directo al corazón. Por dentro eso le había dolido, pero él seguía sonriendo.

–¿Sabias que somos compañeros de salón? Eso es asombroso ¿No?

Lo que le faltaba, que fuera compañero de su molesta hermana.

Entonces Rosé se le acercó y le entrego una taza de café. Estaba delicioso. Taehyung agradeció el gesto y se sentó en las sillas junto a el gran mesón.

La casa de Jungkook era mucho más grande que la del señor Kim. Tenía más habitaciones y baños, aparte de una gran sala de estar. Casi se perdió cuando buscaba el baño, y eso que Rosé por poco le hizo un mapa.

Jungkook luego de hablar "en privado" con su hermana, se sentó junto a él. Tomo una taza y se preparó un café. Estaba apunto de tomar un panqueque cuando su hermana golpeó su mano. Se oyó esa palmada por toda la casa. Jungkook solo se acariciaba la mano lastimada.

–¿Porque hiciste eso?– dijo jungkook apenas por el dolor.

–Esos panqueques son para Taehyung, no para ti. – dijo colocando la montaña de panqueques frente a Taehyung. Quién casi se atragantó al ver tanta comida. Volvió la mirada a Jungkook quien lo miraba con furia.

–Tranquila Rosé...no tengo tanta hambre..– dijo nervioso por la mirada de Jeon.

–Ves...no tiene hambre– entonces tomo un panqueque y se lo devoró. Rosé sonreía. Provocó un desorden en los cabellos del menor y se sentó a disfrutar de su café. Rosé estaba feliz de que su hermano volviera a tener amigos. Aún recordaba lo mal que quedó luego del problema con Jin y Jimin.  Y también estaba feliz de que su nuevo amigo fuera tan guapo.

•I Call You Moonchild•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora