•I Call You Moonchild•

12

Jungkook aún recuerda todo. Nunca podría olvidar un momento con el castaño. Bueno, excepto si el alcohol está en medio.

Luego de ese almuerzo, Taehyung acompaño a Jungkook a su salón. Amaba cada momento junto a él. El mayor le daba una cinta de paz que hace tiempo no sentía. Desde la muerte de su madre que no siente un calor y paz así de fuerte.

-Oh no..- dijo a penas el castaño, parando en seco la caminata hasta el salón del menor. Jungkook solo lo observaba. Hasta que unas lágrimas comenzaron a salir de los ojos de su Hyung. Y no dudó un segundo en acercarse.

-Taehyung...- el mayor estaba paralizado y con la miraba fija-..¿que te pasa?

Sólo logró dar un gran suspiro antes de que alguien se acercara.

-Putito!!- dijo un chico frente a ellos. Jungkook no entendía lo que escuchaba.

-¿Perdón?- el menor atinó a colocarse frente al mayor. Quién aún seguía paralizado.-¿Quién eres tú?

-Soy un amigo de Putito- dijo riendo. "Putito" que apodo es ese.

Una mano se aferraba cada vez más fuerte en el brazo de Kook. Tae estaba muy mal.

-Vamonos Jungkook...- dijo apenas entre unos pequeños sollozos.

Jungkook lo miro y asintió. Que más podía hacer. Y solo se alejaron de ese extraño chico.

Cuando porfin estuvieron solos Jungkook no dudó en aprovechar de bombardearlo en preguntas.

-¿Quién era ese chico?

-nadie.- dijo el mayor cortante.
-¿como que nadie? A mí no me parecía nadie. Además que es ese apodo..."putito" no creo que sea de cariño.

-Jungkook no quiero hablar de eso- de verdad no quería hablar de eso. Estaba tan incómodo y deseaba que el menor lo dejara en paz.

-Bueno entonces no me respondas. Ya llegue a mi salón, y tú debes ir al tuyo. Asi que adiós- Jungkook estaba ya serio. El mayor estaba confundido. ¿Estaba preocupado o en verdad le importaba la nada?

-Kook- trató de agarrar la mano del menor pero este ya se había alejado.

Caminó a su salón y no podía dejar de pensar en lo sucedido.
"putito" ya había oído tantas veces ese apodo tan ofensivo. Ese chico había sido su peor pesadilla desde hace tiempo. Recordó a sus supuestos amigos, los chicos que lo golpeaban, ese chico era uno de esos.

•••F L A S H B A C K•••
-Tu madre es una puta- un patada penetró en el abdomen de un débil Taehyung. Había sido golpeado tantas veces esa tarde que no podía ni moverse. Estaba tan mal.

Cuando porfin había terminado la sesión de golpizas, esos chicos se fueron. Él se encontraba ahí en el suelo, llorando del dolor y sin poder mover un músculo. Entonces un brazo lo levanto de imprevisto. Levantó la vista y era uno de sus "amigos".

-¿Te duele mucho?- le dijo como si nada. Como si no hubiera presenciado hace unos minutos la gran golpiza que le propinaban al castaño.

El castaño solo asintió.

-Vamos pequeño- le tendió la mano y ni dudó en tomarla. El dolor era mayor que su inseguridad.

El chico lo llevo a su auto. Sentía dolor con cada paso. El chico condujo hasta la casa de Taehyung, que por desgracia su madre no estaba. Deseaba que ella estuviera y así evitar que lo secuestraran. Pero justo a su madre le había tocado jornada larga.

Abrió apenas la puerta por el dolor. El chico no se despegaba de él. Incluso lo siguió a su habitación. Y de sentó en la orilla de la cama. Taehyung ya comenzaba a sentirse nervioso.

–ya puedes irte, gracias por traerme– dijo con nerviosismo. El chico comenzó a reír.

–No me iré. Aún no me pagas el favor.– dijo acercándose lanzando al castaño a la cama y colocándose en cima de él.

Por más que trataba safarce no lo lograba. Él chico era más fuerte.

–¿Q-que ha-aces?– el chico lo aprisionaba cada vez más. –sueltame por favor...

Los sollozos del castaño no fueron escuchados y esa tarde una gran parte de él murió por ese chico.

El solo pensar en cómo ese chico lo trato hace que las lágrimas salgan a la luz. Luego de esa tarde volvió a ver a ese chico, y lo único que sentía eran sus golpes e insultos que le decía en su cama. Él chico hacia como si nada hubiera pasado, y como nunca, fue un gran complice de las golpizas que el menor recibía.

Y ahora. Estaba en la nueva escuela de Taehyung. Por fin había dejado su pasado atrás. Y ahora, todo vuelve.

Cuando porfin estuvo frente a su salón no sabía si entrar. No tenía ni la más mínima gana de entrar, sentiría que apenas viera la cálida mirada de Jimin las lágrimas saldrían enseguida. Y eso fue lo que pasó.

Apenas Jimin le sonrió el comenzó a llorar. Jimin lo tomo en sus brazos sin entender que le sucedía a su amigo.

–¿Mi Tae que te pasa?– el castaño solo escondió su rostro en el cuello del rubio.

–Me quiero ir Jiminie...quiero ir a casa– dijo soltando aún más lágrimas.

–oh Tae...le diré a Jin que te lleve a casa– estaba por tomar su móvil pero su amigo lo detuvo.

–No, no quiero preocupar a Jin Hyung–dijo mirándolo fijamente.

–Taehyung a mi me tienes preocupado.– el castaño hizo un puchero– está bien llamaré a Jungkook para que te lleve.

–Kookie no me quiere ver, se enojó.

–me importa una mierda su enojó, te llevará. Si no le rompo su arrogante rostro...– Taehyung negó con la cabeza y Jimin sonrió.

Escribió un mensaje a Jungkook y en pocos minutos apareció el menor corriendo. Apenas vio a Taehyung con los ojos rojos de tanto llorar sintió que algo en él se apretaba. No quería verlo llorar.

Salto abrazando a su Hyung. Jimin le dio el bolso de Tae y se fueron. Jungkook había pedido a su chofer que lo esperará. Se subieron a la camioneta y Jungkook lo rodeo en sus brazos.

Era un abrazo tan cálido, de esos que amaba Tae. Se siente tan en paz junto al menor. A pesar de que sea un aburrido y algo arrogante, era una persona muy bella. Y lo hacía sentir tan bien.

Llegaron a la casa de Taehyung, que estaba sola. Pues los adultos trabajaban y su Hyung Jin seguía en clases.

Subieron al cuarto de Taehyung y se sentaron en la cama. Ya había pasado un tiempo desde que salió la última lágrima de los ojos del castaño. Ahora estaban ahí, sentados en silencio.

–Taehyung– el nombrado miro enseguida encontrandose con los ojos de Jungkook. Un escalofrío recorrió el cuerpo de ambos. – Quería saber si tú...

No alcanzó ni a terminar la oración. Tenia los labios de su Taehyung pegados a los propios. Era un pequeño beso pero tan tierno. Entonces el mayor se alejó.

–perdón Kookie– dijo nervioso y sonrojado hasta las orejas– no debí hacer eso. Si quieres puedes ir...

La mano de Jungkook acariciaba su rostro. Miro al menor y este sonreía.

–Taehyung solo besame..