17. ✨

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Día 7.

Íbamos a terminar lo que empezamos, había dicho Magnus. Y claro que lo harían.

Los labios de Alec sobre los de Magnus en una perfecta sincronía estaban.

- Dios, Alexander te ves tan sexy en ese traje lástima que tenga que quitartelo. - Magnus con su tono meloso hizo que Alec soltará un gemido, que al instante fue callado por los labios de su novio en un beso feroz.

De camino a la habitación, Magnus iba quitando como podía la ropa de su chico, hasta que solo quedo con pantalones justo cuando atravesaron la puerta del dormitorio.


Pov Alec.

Tuvimos que separarnos por la falta de aire. Sus ojos sin dejar de mirarme de pies a cabeza me hacían estremecer. Y ahora soy yo quién lo mira de pies a cabeza, inconscientemente muerdo mi labio y es que debía ser un pecado desear tanto a una persona.

- Tuve que aguantar todo el día mis ganas de poder quitarte todo eso que te hace ver tan deseable. - no sé cómo salió eso de mi.

- Oh, mi Garbancito no sabes cuánto te deseo.

Eso hizo mi cuerpo sacudir y a una parte en especial, retiro su abrigo para después con mis torpes dedos desabrochar su camisa hasta que cayó.

Ahora ambos quedamos solo con pantalones, mis dedos bajan lentamente para desabrochar su pantalón, pero estoy tan nervioso que mis manos tiemblan.

- Yo lo hago - Magnus sonríe y comienza a hacerlo.

Sus pantalones caen y los empuja lejos y quita rápidamente sus zapatos.
Su mirada tan  deseosa hace que el bulto en mis pantalones se haga más grande.

Recorro con la mirada su cuerpo y dios, es perfecto, cada parte de su cuerpo es hermoso. Solo necesito quitar su ropa interior y listo.

El deseo no puede conmigo y lo tomo de sus muslos, elevandolo haciendo que sus piernas rodeen mi cintura con sus manos sobre mis hombros y sus labios contra los míos, aferrándose a mi haciendo que el beso sea más profundo de lo que ya es.

Pego su espalda contra la pared, su gran erección chocando contra la mía haciéndonos gemir sobre nuestros labios.

Mis manos se posan sobre su trasero apretando más nuestros cuerpos, tras mis párpados puedo sentir como cada célula que hay en mí explota por el deseo que tengo por este hombre.

Camino hasta llegar a la cama y lo recuesto mientras que con sus manos desabrocha mi pantalón, tuve que separarme de él para poder quitarmelo al igual que los zapatos.

Magnus nos cambia de posición y ahora está sobre mí.

Un gran gemido sale de mí cuando sus movimientos hacen que nuestros miembros se rocen una y otra vez.

Sin poder aguantar más, quito su boxer y mi boca se hace agua ante el hermoso ser que tengo desnudo sobre mí. Lo deseaba tanto.

Y es que aunque éramos de distintas galaxias, su fuerza de atracción me sacaba de órbita.

Sus manos quitan la última prenda y ahora ambos estamos desnudos, antes de cualquier cosa una de sus manos atrapa mi miembro y comienza a bombearlo, un escándaloso gemido sale de mi boca.

Don't let me fall. (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora